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lunes, 20 de marzo de 2023

Georges Henny, un héroe humanitario en la Guerra Civil (y III)

 

Georges Henny, un héroe humanitario en la Guerra Civil (y III)

Noticia del Ministerio de Propaganda republicano sobre el derribo del avión | CDCRE, Archivo CICR


l 8 de diciembre de 1936, sobre la localidad alcarreña de Pastrana, un avión Potez-54 de la Embajada francesa en Madrid fue ametrallado por un caza republicano. El ataque provocó el aterrizaje forzoso del aparato y causó heridas de bala a tres de los cinco pasajeros. Entre los heridos estaba Georges Henny, médico suizo, delegado en Madrid del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que había denunciado las sacas de presos de las cárceles madrileñas y su asesinato en masa en Paracuellos de Jarama y Torrejón de Ardoz. Libertad Digital publica hoy, por vez primera en español, el informe que el propio Henny redactó sobre el ataque que quiso acabar con su vida.

Entre la represión republicana y los bombardeos franquistas

A más de tres mil metros de altura, a bordo del avión correo Potez-54 de la Embajada francesa que le conducía desde Madrid a Toulouse, las tierras de aquella España en llamas debieron de parecerle al joven doctor Georges Henny un paisaje de paz. Atrás dejaba una capital asolada por la represión republicana y los bombardeos franquistas.

"La batalla continúa a las puertas de Madrid, nos dormimos con el sonido de las ametralladoras y nos despertamos con el sonido del cañón o de las bombas que destrozan nuestra sede. (…) No obstante, este clima de guerra no me afecta tanto como los miles de personas que vienen a llorar a nuestra sede y las canalladas de las que me entero cada día", había escrito a sus superiores sólo seis días antes. (1)

La tensión y el agotamiento, unidos a las negras emociones ante los horrores de la guerra, sobre todo el de los miles de presos asesinados a las afueras de Madrid, una de cuyas fosas recién cubiertas había visto con sus propios ojos cerca de Torrejón de Ardoz, habían hecho mella en el delegado de Cruz Roja.

"Cada vez estoy más hastiado, y si no tuviera la impresión de ser un poco útil aquí (mucho menos de lo que yo quisiera) ya les habría anunciado a ustedes mi regreso a Ginebra, que espero que no se demore apenas", reconocía el 2 de diciembre a la sede del CICR. (2)

 

Los días previos al viaje

La excusa -¿planificada?, ¿intempestiva?- para marchar será acompañar en su salida de Madrid a dos niñas españolas, María Carlota y María Dolores Cabello y Sánchez-Pleités, hijas de Pedro Cabello Maíz, arquitecto, y María Carlota Sánchez-Pleités y Jiménez, marquesa de Los Soidos.

Henny llevaba gestionando su repatriación por avión desde al menos el 24 de noviembre, según una de sus comunicaciones a Ginebra. (3) Sabemos que las niñas tuvieron previsto salir el día 28 de noviembre, pero finalmente el viaje se suspendió. En ningún momento Henny declaró su disposición a viajar con ellas. No existe, de hecho, comunicación previa de Henny al CICR sobre su viaje de Madrid a Toulouse.

El avión tenía previsto salir el 6 de diciembre con Henny y las niñas, incluidos en el pasaje gracias a las gestiones de Emmanuele Neuville, cónsul francés en Madrid. También viajaban los periodistas galos Louis Delaprée, de "Paris-Soir", y André Château, de la agencia Havas. La tripulación la formaban el piloto Charles Boyer y el radiotelegrafista Bougrat.

Un fallo en uno de los motores obliga a posponer la salida hasta el día 8.

El ataque por sorpresa

Después de que por fin despegue, y cuando llevan pocos minutos de vuelo, el Potez-54 se ve flanqueado sucesivamente por dos cazas republicanos, perfectamente identificados por el piloto del avión civil, Boyer, quien los saluda con un ligero movimiento de las alas.

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Avión civil ametrallado en el que viajaba HennyI Del libro "Morir en Madrid", editorial Raíces

Al instante, el segundo caza se coloca bajo el Potez-54 y lo ametralla, hiriendo a HennyDelaprée y Château. El piloto Boyer se hace el muerto y deja caer el aparato hacia tierra simulando que entra en barrena para que el caza no sigua disparándolos. Con gran sangre fría, Boyer logra un aterrizaje forzoso sobre tierras de labor a siete kilómetros de Pastrana, donde el avión capota.

Ante la estremecedora viveza del relato de Georges Henny que hoy publicamos por vez primera en español, más de ochenta y seis años después, sobran los comentarios. (4) Pero no me resisto a destacar la escena del delegado de Cruz Roja, médico de profesión, acudiendo en auxilio de los heridos a la pata coja, pues él tiene también una bala incrustada en el gemelo derecho. Después de ser atendidos en Pastrana, los heridos serían trasladados a distintos hospitales.

Delaprée, de 34 años, fallecería tres días después en el Hospital de San Luis de los Franceses, en la madrileña calle Claudio Coello 32. Se da la circunstancia de que había denunciado en sus crónicas desde Madrid las masacres de civiles a consecuencia de los bombardeos de la artillería y la aviación franquistas. Sus crónicas se rescataron en 2013 bajo el título Morir en Madrid (editorial Raíces), con edición del hispanista Martin Minchom.

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Avión civil ametrallado en el que viajaba Henny I Del libro "Morir en Madrid", editorial Raíces

Por su parte, Château, hospitalizado en Guadalajara con una herida de proyectil que le fracturó la tibia y el peroné, sufrió la amputación de su pierna derecha. Una de las dos niñas españolas, María Dolores, atendida en el hospital francés de Madrid, sufrió la fractura del antebrazo, y su hermana, heridas en la cara y las piernas.

Henny fue trasladado al hospital del hotel Palace de Madrid, donde le extrajeron la bala, que se conservó en una caja fuerte del archivo del CIRC en Ginebra para ser depositada después en el Museo de la Cruz Roja. El historiador Sébastien Farré la hizo examinar hace un par de años: correspondía a la munición empleada por las ametralladoras de los cazas soviéticos Polikarpov de la aviación republicana. (5)

El informe confidencial

El propio informe de Henny sobre el derribo fue redactado al mes siguiente del ataque, una vez repatriado a Ginebra el 17 de diciembre. Es importante destacar que elaboró el informe, de carácter confidencial, después de la nota de protesta que el gobierno francés transmitió el 29 de diciembre al gobierno de Largo Caballero al confirmar la autoría del derribo por un caza republicano, lo que Madrid había negado reiteradamente acusando a aviones alemanes al servicio de Franco. (6)

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Salvoconducto para el auxilio de los heridos I CDCRE, Archivo CICR

El gobierno francés confirmó que el Potez-54 era el mismo aparato que venía haciendo la ruta Madrid-Toulouse sin que hubiera sufrido incidente alguno hasta entonces, lo que desmiente la afirmación de que no estuviera suficientemente identificado, aun tratándose de un bombardero reconvertido para vuelos civiles. Según la nota de protesta, el ataque fue realizado por dos cazas con las bandas rojas distintivas de la aviación republicana.

El entonces jefe de la aviación de caza republicana, Andrés García Lacalle, señalaría en sus memorias a Gheorghij Zajarov y Nicolai Shmelkov como los pilotos rusos que participaron en el derribo, si bien el primero justificó el ataque al ver que el avión francés le disparaba con sus ametralladoras, punto del todo imposible pues iba desarmado, como pudieron comprobar al volar junto a él para identificarlo y saludar al piloto. (7)

Marcelin, un francés al servicio del Ministerio de la Guerra

El doctor Henny no deja lugar a dudas sobre esta autoría, sobre todo por el testimonio del piloto Boyer y el radiotelegrafista Bougrat. Pero añade aún más intriga al recoger la investigación realizada para el gobierno francés por Emmanuele Neuville, cónsul en Madrid, que identifica la presencia, primero en Barajas en el despegue y después en Pastrana una vez conocido el derribo, de un súbdito francés, de nombre Marcelin, al que sitúa al servicio del ministerio de la Guerra republicano, cuyo titular era el propio Largo Caballero. "De todos modos hay uno que no llegará", dijo Marcelin al ver despegar finalmente el avión en Barajas, según le contó Neuville a Henny.

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tarjeta de vista de Georges Henny

El nombre de éste francés es eliminado en la copia del informe de Henny que Jacques Cheneviere, miembro del CIRC, enviará el 16 de enero de 1937 a René Massigli, alto representante del Ministerio de Asuntos Exteriores francés. El primer informe de Henny se conserva sin el punto 1 y parte del 2, que sí tiene la copia enviada a Massigli. Por ello, he juzgado conveniente cruzar ambas copias para obtener la versión completa.

¿Qué temía el gobierno republicano?

En la carta de Cheneviere, la Cruz Roja agradece que París haya reclamado al gobierno español una indemnización para Henny y María Dolores Cabello, pero comunica que la organización no va a presentar ninguna demanda. Esta precaución, como todas las que desde Cruz Roja rodearon al derribo del avión francés, buscaba no comprometer la seguridad del resto de sus delegados en la zona republicana.



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