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martes, 24 de noviembre de 2020

Trabajos en la fosa del Cementerio de Orihuela prevén recuperar restos de 17 represaliados por el franquismo

 Trabajos en la fosa del Cementerio de Orihuela prevén recuperar restos de 17 represaliados por el franquismo


 
Los trabajos iniciados en la fosa común del Cementerio Parroquial de Orihuela (Alicante) prevén recuperar restos de 17 represaliados por el franquismo.
La consellera de Calidad Democrática visita los trabajos de exhumación de víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista en el Cementerio Parroquial de Orihuela
La consellera de Calidad Democrática visita los trabajos de exhumación de víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista en el Cementerio Parroquial de Orihuela
GENERALITAT VALENCIANA

La consellera de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, Rosa Pérez Garijo, ha visitado este martes el lugar, donde ha declarado que "con cada exhumación vamos devolviendo la dignidad a nuestro país".

Garijo ha acudido a la localidad alicantina junto al director general de Calidad Democrática, Iñaki Pérez Rico, donde se han iniciado los trabajos de exhumación de víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista, informa la Generalitat en un comunicado.

Los trabajos, que comenzaron el pasado 17 de noviembre en la zona destinada al cementerio civil del Cementerio Parroquial de Orihuela, se desarrollarán durante un plazo de tres meses. Está previsto recuperar los restos de 17 republicanos fusilados en 1939 que se encuentran enterrados en una fosa común.

"Se va cumpliendo con la hoja de ruta marcada desde el inicio de la legislatura de ir exhumando todos los restos de víctimas de la represión franquista que existen en nuestro territorio", ha indicado la consellera. Al respecto de los trabajos de exhumación, ha señalado que "con cada exhumación, al igual que con cada vez que entregamos unos restos a sus familiares, vamos devolviendo un poco de dignidad a nuestro país".

Asimismo, Garijo ha explicado que el objetivo es exhumar de forma científica los restos de los fusilados y represaliados durante la Guerra Civil y la dictadura franquista para, en una fase posterior, poder entregar los restos a los familiares.

"Los fusilamientos, de acuerdo con los mapas de localización de fosas realizados en la Comunitat, se produjeron poco después de finalizar la Guerra Civil. El 24 de octubre de 1939 fueron ejecutadas tres personas y el 17 de noviembre otras 14 tras un juicio sumarísimo. Las víctimas procedían principalmente de Orihuela, Benferri, Jacarilla, Redován, Almoradí, Catral y Torrevieja", ha detallado.

Las exhumaciones de Orihuela forman parte de un lote de cuatro contratos adjudicados por la Conselleria con una dotación de 74.653,37 euros para localizar los restos de represaliados por el franquismo en fosas situadas en Castelló, Segorbe y Alicante.

FUENTE: https://www.20minutos.es/noticia/4486934/0/trabajos-en-la-fosa-del-cementerio-de-orihuela-preven-recuperar-restos-de-17-represaliados-por-el-franquismo/



miércoles, 11 de noviembre de 2020

 A todos los caídos en nuestra INcivil guerra 1936-1939

La costumbre de relacionar las amapolas con la guerra viene de la época napoleónica, cuando un escritor se percató de que el territorio anegado tras un conflicto se cubría de estas flores en primavera. Durante la Gran Guerra, el teniente coronel John McRae, médico canadiense, escribió el poema En los campos de Flandes, en el que establecía esa misma relación. La composición se hizo célebre y la amapola se convirtió en elemblema de los fallecidos en combate:

Los campos de Flandes
En los campos de Flandes las amapolas se mueven,
entre las filas de cruces,
marcando nuestro lecho.
Y en el cielo vuelan las alondras cantando con valentía,
apenas oídas en el fragor de los cañones.
Somos los muertos;
pocos días antes, vivíamos,
sentíamos el amanecer, veíamos el crepúsculo.
Amamos y fuimos amados, y ahora yacemos.
Haz tuyo nuestro combate con el enemigo.
Desde nuestras débiles manos te lanzamos la antorcha,
tuya es, mantenla en alto.
Si faltas a la palabra dada a los muertos
ya nunca descansaremos,
aunque crezcan las amapolas en los campos de Flandes.
Alexis Helmer


Así, el día del aniversario del armisticio, el 11 de noviembre, los británicos se colocan una amapola -poppy- de papel, en recuerdo de los fallecidos en la Primera Guerra Mundial. Con ella también conmemoran a otros soldados que perdieron la vida en conflictos posteriores, como la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de las Malvinas o la Guerra del Golfo. Las poppys son confeccionadas por los veteranos de la guerra y vendidas por representantes de la Real Legión Británica, una organización formada por supervivientes de todas las guerras.
También este "Día del recuerdo" o "Día del veterano" vuelve a llenar mi corazón de envidia hacía aquellos países que, sin complejos, saben rendir homenaje a sus muertos. A aquellos soldados que lejos de casa se dejaron la piel, el alma o la vida por su país. Esos uniformes, garantes de libertad, que se interponen entre la tiranía y la libertad.
Pero aquí en España eso no se estila, no es "progre" ni moderno dar el homenaje sincero y emotivo a aquellos que dieron su vida por España. Ya fuera en Annual, en Pavia, en Rocroi, en Rusia, en Buenos Aires o en Afganistán.
Porque para nuestros amigos los gobernantes la Defensa solo ha supuesto un negocio con el que lucrarse. Desde utilizar los fondos reservados para temas "curiosos" hasta a ahorrar alquilando aviones en los que jamás se subirían y que, tristemente, terminaron convertidos en una humeante tumba.
Pero hoy no es el día de la crítica, me lo guardo para otra ocasión. Hoy es día de recuerdo y homenaje a todos los que murieron luchando por la paz, por nuestra libertad.

jueves, 5 de noviembre de 2020

Fugado, capturado y fusilado en el campo de Albatera: crece la esperanza de los familiares de un preso republicano de encontrar su cuerpo

Fugado, capturado y fusilado en el campo de Albatera: crece la esperanza de los familiares de un preso republicano de encontrar su cuerpo

Parte de defunción del juzgado militar.

Toñi Villalva se encontraba esta semana echando un vistazo a su Facebook cuando leyó en una publicación del arqueólogo Felipe Mejías que ya habían comenzado los trabajos de identificación de una gran fosa común en el campo de concentración de Albatera donde, en 1939, el franquismo encerró a unos 16.000 presos, muchos de ellos cargos republicanos y artistas, que no habían podido exiliarse en el barco Stanbrook, que partió en la Alicante de la retaguardia.

"Me emocioné mucho al verlo y me apresuré a escribir a Felipe para saber más", reconoce por teléfono esta profesora de instituto desde su domicilio en Málaga. Toñi lleva seis años buscando a su tío abuelo Antonio Leal Difarque, fusilado el 16 de septiembre de 1939 a las siete de la tarde en este terreno que había sido campo de trabajo durante la República y que la dictadura desmanteló apresuradamente tras su clausura en octubre del "año de la victoria", como consta en los archivos.

Toñi es consciente de que la labor que inició el pasado lunes Mejías junto con un equipo de once expertos, y que culminará en dos semanas con el georradar de la Universidad de Cádiz que barrerá la zona, no va a permitir de momento exhumar a su familiar, enterrado en otro lugar próximo, el antiguo cementerio de Albatera junto con otros siete presos también fusilados. "Para eso aún queda", apostilla.

En el caso de Antonio, reclutado en 1938 desde su Tánger natal para combatir en el bando republicano, se sabe por los documentos custodiados por el Ministerio de Defensa que "se evadió del Campo de Concentración de Albatera, siendo capturado al parecer en Burriana (Castellón), y trasladado nuevamente al Campo de Albatera, en donde en cumplimiento de Instrucciones emanadas de la Superioridad fue pasado por armas", firmó un juzgado militar.

Vaina de fusil perteneciente a la guarnición militar del campo de concentración de Albatera.

Lo que extraña a Mejías es que exista la lista en el registro civil de Albatera de los ocho fusilados y que, sin embargo, no haya ninguna documentación de entre diez y treinta presos ejecutados –estimaciones aproximadas– cuyos cuerpos fueron ocultados en fosas en el propio campo. "Los testimonios consultados señalan que la gente se encontraba con huesos humanos cuando jugaba en el descampado donde existió el cementerio", explica el también historiador aspense. El antiguo camposanto, cerrado en los años 50, ha sido un terreno sin urbanizar hasta la construcción recientemente de un parque infantil donde en teoría descansan los cuerpos de los represaliados por el franquismo. Para acometer la búsqueda, el Ayuntamiento de Albatera, gobernado por el Partido Popular, debería estar por la labor (en una localidad donde Vox fue el partido más votado en las pasadas elecciones generales), recuerda Villalva.

El Campo

A este respecto, el cartel que anuncia el Campo de Albatera amaneció esta semana manchado con un grafiti con la firma de la fuerza de extrema derecha. Cuenta Felipe Mejías que, ante el temor de que grupos radicales intenten boicotear la investigación, han solicitado a la Guardia Civil, Policía Autonómica y Policía Local que patrullen el recinto "de manera constante".

Ubicado en una parcela que pertenece a la localidad de San Isidro, municipio independiente desde 1992, Felipe Mejías sí que ha contado para el proyecto de la fosa del Campo de Albatera con el apoyo de la Conselleria de Calidad Democrática, Transparencia y Buen Gobierno de la Generalitat Valenciana, que le ha otorgado una subvención de 17.600 euros, y con el respaldo directo del consistorio socialista de San Isidro, cuyo anterior alcalde, Damián Sabater, y el actual, Manuel Gil, han ayudado en la búsqueda de testimonios orales que aporten pistas sobre el lugar de la fosa.


Moneda republicana de una peseta acuñada en 1937.

De momento, el barrido inicial con detectores de metales ha servido para encontrar munición de armas largas, casquillos de pistolas, un par de insignias militares y restos de los barracones. Otros hallazgos que están estudiando son una peseta de la República acuñada en 1937 y un tenedor propiedad de un soldado. Testimonios como el que contó en los años 80 el ex-preso Juan Caba revelaban que, además de las "torturas y vejaciones", el hambre y la sed fueron las principales causas de muerte: "Nos entregaban cada dos o tres días una lata de sardinas de 125 gramos y un chusco de 200 gramos para cada cinco personas", rememoraba.

Desde el punto de vista personal, Felipe Mejías reconoce que ha quedado "totalmente atrapado" por las historias que le han contado del Campo de Albatera, tanto que tras cuatro años trabajando en su tesis doctoral sobre la arqueología medieval en Aspe, ha optado por cambiar de tema y centrarse en el considerado como el campo de concentración franquista más grande de España. De momento, la revista científica de la Universitat de Barcelona 'Ebre 38' le publicará para este mes de diciembre su artículo sobre la investigación tanto de la fosa del campo como del antiguo cementerio de Albatera.

Fuente: https://www.eldiario.es/comunitat-valenciana/fugado-capturado-fusilado-campo-albatera-crece-esperanza-familiares-preso-republicano-encontrar-cuerpo_1_6378304.html?fbclid=IwAR0CVmgIBtqjXdDuqdXQranLb-XML9PxImCjwuGiT9cyauWBJaUnJELiFPM





sábado, 31 de octubre de 2020

Tras las huellas de los desaparecidos en el campo de concentración de Albatera, uno de los lugares más crueles de la represión franquista

 

Tras las huellas de los desaparecidos en el campo de concentración de Albatera, uno de los lugares más crueles de la represión franquista

Comienza la actuación arqueológica para desentrañar la información que permanece soterrada desde hace 81 años y documentar la existencia de uno de los lugares más crueles de la represión franquista. Durante varias semanas se realizarán sondeos y excavaciones para determinar la ubicación exacta de una fosa común, probablemente de grandes dimensiones.



martes, 20 de octubre de 2020

Unas obras sacan a la luz en Aspe un refugio antiaéreo de la Guerra Civil El Ayuntamiento encargará a los técnicos el análisis de su estado de conservación

 

Unas obras sacan a la luz en Aspe un refugio antiaéreo de la Guerra Civil

El Ayuntamiento encargará a los técnicos el análisis de su estado de conservación

El alcalde y los concejales de Urbanismo y Cultura visitando el acceso al refugio antiaéreo.

El alcalde y los concejales de Urbanismo y Cultura visitando el acceso al refugio antiaéreo. INFORMACIÓN

Los trabajos de acondicionamiento y mejora de las calles Ramón y Cajal y Vereda de Aspe han permitido desenterrar el acceso a uno de los dos refugios antiaéreos que se construyeron en el casco urbano durante la Guerra Civil. Concretamente, lo que los obreros han localizado al realizar una zanja en la calle Vereda es la entrada y respiradero de este refugio. El otro también fue excavado en el subsuelo y se encuentra situado en el perímetro del Mercado de Abastos. Pero la excavación ha sido sellada, de forma provisional, para evitar su deterioro y poder darle continuidad a las obras de remodelación de las calles Ramón y Cajal y Vereda. En esta zona ya apareció hace un mes un cementerio islámico frente a la propia puerta de las viviendas.

Los expertos ya sabían que este enclave subterráneo destinado a proteger a la población civil en caso de bombardeo se hallaba ubicado entre las calles Vereda y Sol. Sin embargo se desconocía la existencia de la entrada que ha salido ahora a luz con los trabajos.

El alcalde Antonio Puerto ya mantuvo una reunión con el director territorial de Memoria Democrática de la Generalitat, Iñaki Pérez; el cronista oficial de la Villa de Aspe, Gonzalo Martínez, y el arqueólogo Felipe Mejías para acordar las directrices destinadas a la conservación de los refugios antiaéreos de Aspe. Con tal fin se elaboró una memoria descriptiva y valorada que se remitió a la Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática junto a la solicitud para obtener una subvención con la que poder realizar un estudio de geolocalización. A través del mismo se podrá tener un conocimiento exacto de las dimensiones y ubicación de los túneles así como de su estado de conservación. La ayuda fue concedida y el próximo mes comenzarán los estudios.

La subvención concedida al Ayuntamiento, para poder acometer los trabajos de prospección geofísica y documentación arqueológica e histórica sobre los dos refugios construidos entre los años 1936 y 1939, se eleva a la cantidad de 3.800 euros.

FUENTE: https://www.informacion.es/elda/2020/10/29/obras-sacan-luz-aspe-refugio-22027091.html



lunes, 24 de agosto de 2020

UN DOCUMENTAL QUE RECUERDA LAS POSICIONES YUSTE Y DAKAR, ASÍ COMO LA DESPEDIDA DESDE MONÓVAR 'La amarga derrota de la República' en Elda, la última casa en España de Juan Negrín

 

UN DOCUMENTAL QUE RECUERDA LAS POSICIONES YUSTE Y DAKAR, ASÍ COMO LA DESPEDIDA DESDE MONÓVAR

'La amarga derrota de la República' en Elda, la última casa en España de Juan Negrín

24/08/2020 - 

ELDA. Como un café muy descafeinado. Así se 'sirvieron' los últimos días de la Segunda República en España; amargos y muy rápidamente. Un episodio de este 'oasis' antifascista, con 'carpetazo' en la Batalla del Ebro y el final de la Guerra Civil, que recoge precisamente el documental La amarga derrota de la República, dirigido por la periodista Rosa Brines y con Félix Vidal a cargo de la producción ejecutiva, apoyado por el Ayuntamiento de Elda. Un homenaje a las míticas posiciones 'Yuste' y 'Dakar', que albergaron las últimas briznas de la esencia republicana, así como la despedida, la madrugada del 5 de marzo de 1939, de personalidades como Juan NegrínDolores Ibarruri, 'La Pasionaria' y Rafael Alberti desde el aeródromo de El Hondón, en Monóvar. "Hay una gran vinculación en la cinta con Elda y Petrer y toda esta zona; de hecho, también pensamos como título Del Ebro al Vinalopó, por ir del principio del fin de la guerra hasta donde se fraguó el mismo final", confiesa el productor ejecutivo del documental, que se proyectará el próximo martes 1 de septiembre, a las 21.30 horas, en el Auditorio Ciudad de León, en el marco del próximo Festival de Cine y Televisión Reino de León, LECYT, con pistoletazo de salida el 28 de agosto.

"La guerra se precipitó con el golpe de Estado de Casado, que quería pactar a toda costa con Franco contra Negrín", recuerda Vidal. Su producción recoge la historia de Patricio de Azcárate, hijo de Pablo de Azcárate, embajador de la Segunda República en Londres. "Nos pareció interesante recuperar su memoria para que no se olvidara; fue una persona bastante discreta, muy singular, y, aunque no ocupó un cargo público, vivió de cerca acontecimientos importantes de la historia reciente, como fue la Batalla del Ebro", relata Vidal. "Patricio, que vivía en Londres, le dijo un día a su padre que se aburría y que quería venir de voluntario del Ejército de la República, donde estaban algunos de sus familiares; llegó un poco antes de comenzar la Batalla", recuerda. "No había vivido nunca en España, ya que su padre ocupaba un cargo importante en la Sociedad de Naciones. Tampoco había hecho servicio militar, así que le destinaron como secretario personal e intérprete del coronel Sánchez Rodríguez, jefe del Estado Mayor del Ejército del Ebro". Patricio hablaba, además del español, inglés, francés y alemán. "Conoció a todos los líderes, como Juan Modesto". Además de que su padre fue colaborador "estrecho", y asesor de asuntos internacionales, del mismo presidente de la Segunda República, Juan Negrín, determinante en esta historia.

Y más coincidencias. "En Elda también estuvo Manolo, hermano mayor de Patricio; era un dirigente de las Juventudes Socialistas Unificadas, del PC, por tanto, y trabajó con el gobierno hasta el último momento". El documental de La amarga derrota de la República muestra estos últimos instantes de los líderes republicanos en la posición 'Dakar', los míticos chalets eldenses de "al lado de la gasolinera", junto con el gobierno, que se cobijó en la posición 'Yuste' -'El Poblet'-, en Petrer, y donde tuvieron lugar algunos de los acontecimientos clave, como la aceptación de Franco por parte de Francia e Inglaterra. "El gobierno se trasladó a Elda, donde apenas estuvo unos días, desde el 20 de febrero hasta el 5 de marzo, por una cuestión estratégica; el final de la guerra estaba prácticamente decidido, pero se buscaba una retirada lo más arreglada posible", recuerda el productor ejecutivo. "Del gobierno, militares y sindicatos más comprometidos. La República aún controlaba los puertos del Mediterráneo, Alicante, Cartagena, Gandia, València, y se quería, a través de la Armada, evacuar al mayor número posible de personas. Elda, en la carretera Madrid-València, era un sitio bien ubicado, y discreto". Una fórmula que acabaría viéndose truncada por el 'goteo' continuo de malas decisiones, derivado de la fracción interna de los propios movimientos antifranquistas. 

Estreno del documental y recorrido

El proyecto surge de la Asociación de Amigos de la Fundación Juan Negrín, que preside el propio Vidal, siendo asimismo su fundador, mientras que la directora del documental es su secretaria. Cuenta con las intervenciones de Carmen Negrín, Presidenta de Honor de la Fundación Juan Negrín, y de los historiadores Ángel Viñas, José Ramón Valero Escandell y Jorge Ramos. En el proyecto han colaborado también el Federación Valenciana de Municipios y Provincias, la FVMP, la Fundación Juan Negrín de Las Palmas, la Delegación de Memoria Histórica de la Diputación de València, la Generalitat Valenciana, la Universidad de València y la Asociación Stanbrook, sin olvidar al ya citado Consistorio eldense.

"Fue el salón de actos del colegio Padre Manjón, en Elda -curiosamente, sede de la Subsecretaría del Ejército durante la estancia del Gobierno republicano en la ciudad-, el que acogió el estreno peninsular. El primero, por una cuestión sentimental, fue en Las Palmas, el 3 de febrero, coincidiendo con el aniversario del cumpleaños de Negrín", detalla Vidal. "Aunque fueran solo unos días los que estuvo en Elda, Petrer, es algo testimonial, la última escena de gobierno, y tiene valor sentimental para la gente, que está muy implicada directamente", asegura.

Una última instantánea, último retrato, del sello antifranquista que prevé viajar, después de presentarse en la sección no oficial del próximo Festival de Cine y Televisión Reino de León, por otros certámenes de España y también de Francia. "Queremos colgarlo en abierto, en la red, también", avanza el productor ejecutivo del documental. Lo cierto es que no hay vuelta atrás: La amarga derrota de la República es una manera de hacer memoria histórica de una grata 'victoria' que acabó siendo efímera, pero que de igual forma perdura en el tiempo.

FUENTE: https://alicanteplaza.es/la-amarga-derrota-de-la-republica-en-elda-la-ultima-casa-en-espana-de-juan-negrin





viernes, 14 de agosto de 2020

EL DOCUMENTAL SE PROYECTARÁ EL 1 DE SEPTIEMBRE Y NARRA LA BATALLA DEL EBRO Y EL FIN DE LA GUERRA 'La amarga derrota de la República', con sello 'eldense', en el Festival de Cine y Televisión de León

 

EL DOCUMENTAL SE PROYECTARÁ EL 1 DE SEPTIEMBRE Y NARRA LA BATALLA DEL EBRO Y EL FIN DE LA GUERRA

'La amarga derrota de la República', con sello 'eldense', en el Festival de Cine y Televisión de León

14/08/2020 - 

ELDA. El documental La amarga derrota de la República forma parte, fuera de concurso, del próximo Festival de Cine y Televisión Reino de León, LECYT, que se celebrará del 28 de agosto al 9 de septiembre. 



En la cinta, que se proyectará el próximo martes 1 de septiembre, a las 21.30 horas, en el Auditorio Ciudad de León, participa el Ayuntamiento de Elda. El trabajo, donde se muestra la batalla del Ebro y los últimos días de la Guerra Civil Española, es un relato inédito de Patricio Azcárate (Londres, 1920- Alicante, 2018), y tuvo su estreno peninsular el pasado 6 de marzo en el salón de actos del Colegio Padre Manjón, en Elda.

El personaje principal de este documental era hijo del embajador de la Segunda República en Londres, Pablo de Azcárate. Patricio participó como voluntario en el Ebro donde, debido a su conocimiento de los idiomas, fue destinado al Estado Mayor y ejerció de traductor con los brigadistas. La amarga derrota de la República es una producción de la Asociación Amigos de la Fundación Juan Negrín, dirigida por la periodista Rosa Brines y con Félix Vidal a cargo de la producción ejecutiva.

El contenido de la cinta

La producción cuenta con las intervenciones de Carmen Negrín, Presidenta de Honor de la Fundación Juan Negrín, y de los historiadores Ángel Viñas, José Ramón Valero Escandell y Jorge Ramos. En este proyecto han colaborado también el Federación Valenciana de Municipios y Provincias, la FVMP, la Fundación Juan Negrín de Las Palmas, la Delegación de Memoria Histórica de la Diputación de València, la Generalitat Valenciana, la Universidad de València y la Asociación Stanbrook.

El documental se presenta en la que es la séptima edición del Festival de Cine y Televisión Reino de León, que tenía previsto haberse celebrado durante el pasado mes de mayo, pero que finalmente se decidió aplazar a septiembre por la situación de emergencia sanitaria.

FUENTE: https://valenciaplaza.com/LaamargaderrotadelaRepblicaconselloeldenseenelFestivaldeCineyTelevisindeLen




lunes, 10 de febrero de 2020

Los testimonios de la Guerra Civil en la provincia de Alicante En Orihuela, San Isidro, Petrer o Alicante se pueden visitar algunos lugares que fueron trascendentales para la historia de España

 

Los testimonios de la Guerra Civil en la provincia de Alicante

En Orihuela, San Isidro, Petrer o Alicante se pueden visitar algunos lugares que fueron trascendentales para la historia de España

La Guerra Civil española ha sido uno de los periodos históricos del siglo XX que más interés ha suscitado en el mundo. Prueba de ello es que existen innumerables novelas y películas ambientadas en esta época, tanto españolas como extranjeras. Valgan los ejemplos de ‘Por quién doblan las campanas’, ‘Homenaje a Cataluña’, ‘Los girasoles ciegos’, ‘Soldados de Salamina’ y un largo etcétera.

Para todos los amantes del turismo histórico y cultural, en la provincia de Alicante albergamos varios lugares que fueron muy significativos durante esta contienda bélica. Cabe señalar que precisamente la guerra acabó en las tierras alicantinas, pues fue la última provincia conquistada por el bando sublevado, en marzo de 1939.

La casa natal del poeta Miguel Hernández está ubicada en Orihuela y se conserva como en la época

Casa de Miguel Hernández

Damos comienzo a esta ruta guerracivilista por las raíces de uno de los más grandes poetas que ha dado jamás España. Estamos hablando evidentemente del oriolano Miguel Hernández, quien combatiera como soldado en la guerra, para acabar siendo detenido por las autoridades franquistas hasta su fallecimiento por enfermedad en prisión.

Orihuela fue la cuna del ‘poeta universal’, y su casa es hoy un museo que recibe numerosos visitantes. De hecho se trata de una visita de doble interés histórico, pues por un lado conocemos el lugar donde Miguel diera sus primeros pasos y escribiera sus primeras poesías, al tiempo que también descubrimos cómo era una vivienda típica de una familia agrícola de la época.

Porque los Hernández no eran sino una familia campesina de la comarca de la Vega Baja. Al visitar esta casa realmente nos cuesta creer que un chico de orígenes tan humildes llegara a ser años más tarde uno de los grandes poetas referentes de su generación.

También es posible conocer la cárcel donde falleció Miguel Hernández, que está ubicada en Alicante. El poeta fue condenado a pena de muerte por su condición de soldado republicano y su pertenencia al Partido Comunista, aunque su pena finalmente fuera reducida a cadena perpetua. Sin embargo, el oriolano acabó falleciendo fruto de una tuberculosis en 1942. Hoy en día este mismo edificio constituye la sede de los Juzgados.

 

En Albatera y San Isidro se ubicó uno de los mayores campos de concentración de España, que albergó presos de ambos bandos

Campo de Albatera

Si bien el hogar de Miguel Hernández es uno de los lugares más agradables de nuestro recorrido, la siguiente parada resulta mucho más dolorosa. Hablamos de Albatera, donde se ubicó uno de los mayores campos de concentración establecidos en toda España, y por el que pasaron presos de ambos bandos. Según las investigaciones más de 20.000 personas llegaron a estar recluidas en este lugar.

El campo se abrió en 1937, sirviendo como prisión y campo de trabajos forzados para derechistas, sacerdotes o personas consideradas subversivas por las autoridades republicanas. Con el fin de la guerra las tornas cambiaron, aquellos prisioneros que aún quedaban aquí fueron liberados y el campo de Albatera se llenó de republicanos e izquierdistas. Fue clausurado en noviembre de 1939, cuando todos los recluidos supervivientes ya habían sido asignados a otras prisiones.

Actualmente la finca, ubicada en la zona de Saladares, pertenece al término municipal de San Isidro y es propiedad privada. Poco queda del antiguo campo de concentración, más allá de una pequeña caseta de la época. También hay instalados un monolito y una placa en recuerdo de todos los fallecidos en este lugar. Para completar esta conmovedora visita, recomendamos también leer el bellísimo y emotivo poema escrito por el sacerdote prisionero Saturnino Ortuño durante la Navidad de 1938.

 

Los dos últimos consejos de ministros de la Segunda República sobre suelo español se celebraron en Petrer

Últimos consejos de ministros

Dado que Alicante fue la última provincia conquistada por el bando nacional, aquí dieron lugar los dos últimos consejos de ministros oficiales de la Segunda República celebrados sobre suelo español. Concretamente se llevaron a cabo en la localidad de Petrer, nuestra siguiente parada.

El 25 de febrero y el 6 de marzo de 1939 el presidente Juan Negrín reunió a sus ministros en la finca de El Poblet, donde estuvieron residiendo durante varios días. Antes de albergar al gobierno republicano, este lugar había servido de hospital para los heridos en el frente de guerra.

Básicamente las deliberaciones que se discutieron en estos consejos de ministros, celebrados en Petrer, versaron sobre si tenía sentido proseguir con una guerra que tenían ya perdida luego de la dimisión de Manuel Azaña como jefe de estado, el reconocimiento internacional al régimen de Franco y el golpe interno del coronel Casado. El presidente Negrín era partidario de una resistencia hasta el último metro, falsamente esperanzado en que las democracias europeas socorrieran a la República tras el inminente estallido de la Segunda Guerra Mundial.

 

En Monóvar estaba el aeródromo desde el que despegó el avión con el que Negrín y el gobierno republicano marcharon al exilio

Lo cierto es que el propio Negrín junto a sus ministros acabaron abandonando también España, antes de acabar la guerra, para partir al exilio en Francia y Argelia. Lo hicieron utilizando varios aviones que despegaron desde Monóvar, en concreto desde el aeródromo ubicado en la pedanía de El Fondo.

Una buena opción para conocer todos estos emblemáticos lugares es apuntarse a la ‘Ruta del Vinalopó al exilio’, que incluye una visita guiada a El Poblet de Petrer, el aeródromo de Monóvar, los refugios antiaéreos y varios edificios de Elda donde se establecieron otros miembros del gobierno.

 

La prisión donde José Antonio Primo de Rivera vivió sus últimos meses y fue fusilado está en Alicante

La prisión de José Antonio

Nuestro recorrido termina en la capital de la provincia, una localidad repleta de lugares históricos relacionados con la Guerra Civil pues fue la última ciudad conquistada por las tropas franquistas.

En Alicante fue donde estuvo preso, y más tarde fuera ejecutado, José Antonio Primo de Rivera, hijo del dictador Miguel Primo de Rivera y fundador de la Falange. Quizás fuera la personalidad política (no militar) más destacada dentro de los cabecillas del golpe de julio de 1936 contra el gobierno republicano.

Aunque José Antonio participase en la organización de dicho golpe de estado, desde unos meses antes ya había sido arrestado por tenencia ilícita de armas y trasladado a la cárcel de Alicante. Su plan era que el alzamiento también triunfara en la ciudad alicantina para salir liberado de la prisión con honores, pero no ocurrió así.

Durante los siguientes meses el fundador de la Falange moderó bastante su discurso, llegando incluso a pedir vía carta el fin de la guerra y la reconciliación de ambos bandos. Nada de ello le evitó ser juzgado y condenado a pena de muerte. Su fusilamiento tuvo lugar el 20 de noviembre de 1936. Algunos historiadores determinan que José Antonio Primo de Rivera habría tenido muchas posibilidades de haber gobernado España tras el fin de la guerra en lugar del general Francisco Franco, por lo que lo sucedido en este lugar pudo ser crucial para la historia del país.

Hoy en día este edificio sigue siendo conocido en Alicante como ‘la prisión de José Antonio’, y está ubicado en el barrio de la Florida. Los curiosos pueden visitarlo libremente pues ha sido reconvertido en un albergue juvenil.

 

En toda la provincia se construyeron numerosos refugios antiaéreos. El más impactante es el de la Plaza Séneca de Alicante

Refugios antiaéreos

Una de las experiencias más impactantes, que pueden vivir todos aquellos interesados en esta trascendental parte de la historia española, es entrar en los antiguos refugios antiaéreos de Alicante. Sin duda el más grande e impresionante es el ubicado en la plaza de Séneca.

La ciudad alicantina llegó a sufrir hasta 71 bombardeos aéreos durante los tres años que duró la Guerra Civil. Es difícil que la piel no se nos ponga de gallina cuando escuchamos a los guías locales explicarnos cómo cientos de vecinos pasaban horas allí resguardándose de las bombas.

Las visitas guiadas también incluyen el refugio antiaéreo ubicado en la Plaza Balmis (más pequeño que el anterior), así como al Centro de Interpretación de la Guerra Civil ubicado en la propia Plaza Séneca. Actualmente el Ayuntamiento está restaurando algunos refugios más (se llegaron a construir hasta 94 por toda la ciudad) y se espera que estén abiertos al público en breve.

 

El bombardeo aéreo más dramático de toda la Guerra Civil se produjo sobre el Mercado de Alicante

Bombardeo del Mercado

Precisamente esta ciudad mediterránea sufrió el bombardeo aéreo más dramático de toda la Guerra Civil española. Ocurrió un 25 de mayo de 1938, cuando las bombas arrojadas por la aviación fascista italiana dejaron más de 300 víctimas mortales.

El epicentro de este trágico bombardeo fue el Mercado de Alicante, edificio que hoy en día está totalmente reconstruido aunque conserva la misma apariencia que en los años 30. En la plaza colindante (denominada ‘Plaza 25 de mayo’ en homenaje a los fallecidos) se ubica un monumento artístico en recuerdo a este horripilante suceso.

Hoy en día es una de las plazas más animadas de la ciudad, un lugar muy indicado para tomarse un aperitivo. Además sentado sobre un banco encontramos otro monumento dedicado a Gastón Castelló, destacado artista alicantino que vivió también la Guerra Civil e incluso estuvo encerrado en prisión durante 18 meses en la Posguerra por su afinidad con la República.

Recomendamos a todos los interesados que completen esta visita visualizando el cortometraje de animación ‘El olvido’, un excelente trabajo de recopilación de los últimos minutos antes del susodicho bombardeo. Dicho corto fue nominado a los Premios Goya el pasado año.

 

Desde el Puerto de Alicante partió el último barco con refugiados republicanos hacia el exilio

Barco Stanbrook

Durante los últimos días de la Guerra Civil, muchas personas significadas con la República huyeron en dirección a Alicante por medio a las represalias que el nuevo régimen franquista pudiera tomar contra ellas. Así la ciudad se llenó de familias y refugiados sin hogar, ansiando subirse a un barco para escapar de España.

Algunos afortunados lo consiguieron, pero el 28 de marzo de 1939 (apenas dos días antes de la llegada de las tropas nacionales) todavía quedaban alrededor de 15.000 personas que abarrotaban los muelles del Puerto de Alicante.

Aquel día apareció casi milagrosamente un barco comercial británico llamado Stanbrook, cuyo capitán Archibald Dickson accedió a renunciar al transporte de su carga de mercancías y bajó la pasarela para que pudieran subir cuantas personas cupieran.

Sobre 2.800 refugiados acabaron embarcando en el Stanbrook, un barco en principio preparado para una tripulación de unos 50 marineros. El capitán Dickson puso destino hacia Orán (por aquel entonces colonia francesa) y milagrosamente logró burlar la vigilancia de los buques de guerra franquistas que navegaban por el Mediterráneo. Pasadas 22 interminables horas de travesía, acabaron llegando a su destino.

Hoy en día un monumento recuerda la proeza del marinero galés Archibald Dickson, situado en el punto exacto del muelle donde estuviera anclado el barco Stanbrook. Entre todos los pasajeros que salvó había familias con niños, políticos, jornaleros, artistas, periodistas, masones, etc. Éste fue por tanto el último barco de refugiados que partiera desde suelo republicano.

 

Campo de los Almendros

La mayor parte de los miles de refugiados republicanos que no tuvieron la suerte de embarcar en el Stanbrook fueron hechos presos el 31 de marzo de 1939, cuando las tropas fascistas conquistaron la ciudad comandadas por el general italiano Gastone Gambara, poniendo fin definitivamente a la Guerra Civil que había durado casi tres años.

Para todos ellos se improvisó un campo de concentración en una finca de almendros ubicada dentro de la propia ciudad, al pie de la montaña conocida como la Serra Grossa. Por el Campo de los Almendros llegaron a pasar unas 19.000 personas según determinan algunos historiadores, si bien apenas estuvo en funcionamiento durante una semana.

Las condiciones de vida aquí fueron durísimas, las autoridades vigilaban a los presos con gran represión y apenas disponían de comida y agua. Se calcula que más de 1.000 recluidos perdieron la vida en estos pocos días.

En la actualidad no queda rastro alguno de lo que fuera este improvisado Campo de los Almendros, si bien el lugar puede visitarse pues está completamente abierto al público. Un pequeño monumento recuerda a todos los presos que pasaron o fallecieron en este lugar. Desde aquí, además, se puede continuar hacia la subida de la Serra Grosa, que ofrece una de las mejores vistas de la ciudad de Alicante.