Georges Henny, un héroe humanitario en la Guerra Civil (I)
Carta de Largo Caballero a George Henny | Centro de Documentación de Cruz Roja Española. Archivo CIRC |
El jefe del gobierno republicano, el socialista Francisco Largo Caballero, rehusó proporcionar al Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) el listado de los detenidos en las cárceles madrileñas tres días antes del comienzo de las matanzas de estos presos en Paracuellos del Jarama. Libertad Digital ofrece por vez primera a los lectores españoles la publicación de los documentos del médico suizo Georges Henny, delegado en Madrid del CICR.
El meritorio esfuerzo del Centro de Documentación de Cruz Roja Española respecto a la catalogación y digitalización de los fondos sobre la Guerra Civil del archivo del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) en Ginebra, está ofreciendo nuevos documentos de extraordinario interés sobre nuestra contienda. Entre ellos figuran los relacionados con las matanzas en Madrid de miles de presos considerados desafectos a la causa frentepopulista entre octubre y diciembre de 1936.
Esta documentación recoge la actividad del joven médico suizo Georges Henny, delegado del CICR en Madrid entre septiembre y diciembre de 1936. Henny fue, junto con el cónsul noruego Félix Schlayer, de 63 años, y el encargado de negocios argentino Edgardo Pérez Quesada, de 54, uno de los testigos clave de las sacas de presos de las cárceles madrileñas, conducidos por miles a su asesinato en masa en las localidades madrileñas de Aravaca, Rivas-Vaciamadrid, Paracuellos del Jarama y Torrejón de Ardoz.
La labor humanitaria del doctor Henny
La reconstrucción de la actividad del doctor Henny en el Madrid frentepopulista a través de estos documentos agiganta la heroica labor humanitaria del joven filántropo suizo, que el 8 de diciembre de 1936 estuvo a punto de perder la vida al ser ametrallado por un caza republicano el avión de la Embajada de Francia en el que salía de España. A la vez, esta documentación profundiza en el abismo en que cayeron quienes decidieron acabar con la vida de miles de presos cuya custodia era responsabilidad del gobierno de Largo Caballero. (1)
Nacido en Ginebra, Henny contaba con 29 años, estaba soltero y era pediatra del hospital cantonal cuando comienza la Guerra Civil. Se encontraba destinado en un servicio sustitutivo del militar, como teniente primero de la Compañía Sanitaria de Montaña III/11. (2) Por ello tuvo que solicitar permiso a sus autoridades antes de aceptar sumarse a la misión humanitaria del CICR en España.
El joven doctor firmó con la Cruz Roja un contrato de un mes, del 11 de septiembre al 11 de octubre de 1936, que podía ser prorrogado mes a mes. Su sueldo era de 750 francos suizos y contaba con un seguro de enfermedad y accidente por valor de 75.000 en caso de invalidez. (3)
Henny dirigirá la delegación del CICR en la capital a las órdenes de Marcel Junod, delegado general en España y delegado jefe en la zona gubernamental. Llegará a Madrid el 16 de septiembre de 1936, cuando los sublevados están a punto de tomar Maqueda (Toledo), a 73 kilómetros de la capital.
La sede de la delegación del CICR se encontraba en un palacete de la calle José Abascal 55, junto al paseo de la Castellana, donde tenía su casa-taller el escultor Mariano Benlliure. Muy cerca, en José Abascal 27, estaba la legación de Noruega, encabezada por su cónsul honorario, Félix Schlayer, y convertida en refugio para cerca de un millar de perseguidos. Henny mantendrá una estrecha relación con Schlayer durante toda su misión humanitaria en España.
Henny tenía como delegado adjunto a Andrés de Vizcaya Laurent, de 33 años, nacido en Baden-Baden (Alemania) de padre español y madre francesa, pero afincado en Barcelona como hombre de negocios. El primer contacto de Henny en la capital será con el presidente de Cruz Roja en la España republicana, Aurelio Romeo Lozano, pediatra como él y funcionario del Ayuntamiento madrileño. A Cruz Roja Española pertenecía la veintena de voluntarios que trabajarían con Henny.
Una de las primeras gestiones de Henny fue colaborar con el embajador chileno, Aurelio Núñez Morgado, para intentar evacuar a las mujeres y niños del sitiado Alcázar en Toledo. (4) A la vez se ocupó del regreso desde la zona sublevada de los miles de niños que disfrutaban de las colonias de verano escolares cuando estalló el golpe militar. (5)
Llamada de auxilio a Ginebra
Desde su apertura, centenares de personas harán cola ante la delegación del CICR para conseguir la liberación de sus familiares o localizar su paradero, así como para contactar con los seres queridos que han quedado en la zona sublevada. Entre septiembre y diciembre de 1936, la delegación recibirá 21.800 demandas de información. La prolongación de la contienda hará que lleguen hasta las 261.400 en 1937. (6)
La suerte de las personas encarceladas por las fuerzas gubernamentales se convierte enseguida en su principal preocupación. Apenas llegado a Madrid, el 22 de septiembre, Henny informa a Ginebra que "es muy difícil en este momento obtener listas de presos y visitar sistemáticamente las cárceles de Madrid, como me había pedido el Dr. Junod". (7)
El joven doctor Henny asume muy pronto su papel frente a los desastres de la guerra. El 30 de septiembre reclama al CICR en Ginebra que haga "una enérgica y rápida intervención ante los gobiernos de Burgos y de Valladolid [sic] para que la población civil y los prisioneros de guerra no sean fusilados y para que no sean bombardeadas las ciudades abiertas donde son víctimas las mujeres y los niños". (8)
El 7 de octubre, Henny y su adjunto Vizcaya son recibidos por Manuel Azaña, presidente de la República. "Nos felicitó por la labor humanitaria que estamos realizando y nos ofreció su apoyo", informará Henny. Azaña les pide noticias acerca de su sobrino Gregorio Azaña, detenido y fusilado en agosto por los rebeldes en Córdoba. "Puede que lo hayan fusilado, pero el Presidente no lo sabe", dice Henny al CIRC. (9)
El 15 de octubre, Henny reitera a Ginebra sus dificultades para obtener la lista de prisioneros gubernativos, "según lo dispuesto en nuestro programa de trabajo". "Tan pronto como pueda ser recibido, trataré esta importante cuestión, aunque tengo pocas esperanzas de obtener completa satisfacción", escribe. (10)
Visitar las cárceles, "muy peligroso"
Henny también visitará las cárceles para interesarse por la suerte de detenidos a petición de los familiares. Lo hace en concertación con el cuerpo diplomático destacado en Madrid. Desde el comienzo le acompañarán en estas visitas Schlayer, que le ayuda como intérprete, y Pérez Quesada.
El delegado del CICR recibe enseguida "avisos de prudencia de personas amigas que consideran que tales pasos son muy peligrosos en las circunstancias actuales", como notifica el 24 de octubre a Ginebra con motivo de sus visitas a las prisiones. En este informe, Henny comunica que "ha tenido el honor" de ser recibido ese mismo día por el jefe del gobierno, Francisco Largo Caballero, a quien le pide liberar a las mujeres detenidas en Madrid. El líder socialista rechaza la propuesta porque "considera que todas las mujeres detenidas en Madrid son objeto de información y que en esta ciudad no hay rehenes". (11)
Henny plantea también la cuestión de los canjes de prisioneros no combatientes en virtud del acuerdo firmado el 3 de septiembre por el CICR y su predecesor, José Giral, ratificado por el propio Largo Caballero. El jefe del gobierno insiste a Henny en que los canjes debe realizarlos el CICR como iniciativa suya, evitando que parezca "un acuerdo entre dos gobiernos beligerantes".
En otro informe, del 28 de octubre, Henny comunica a Ginebra que en las cárceles madrileñas hay más de 10.000 presos. "En algunas de ellas los detenidos estaban en condiciones deplorables, en otras las condiciones eran mejores", escribe. (12) También vuelve a notificar que ha recibido "varios avisos discretos, pero bastante precisos, dándome a entender que era mejor que cesara en esta actividad", en alusión a su visita a las prisiones.
Henny transmite también su conmoción al saber que "pequeños grupos políticos tenían libre acceso a estas cárceles donde elegían los presos que querían. Estas personas luego son reportadas como desaparecidas". Informa asimismo que "el domingo por la mañana [se refiere al 25 de octubre] se recogieron más de 134 cadáveres sólo en el municipio de Madrid". Para demostrar que "los hechos que les relato no son chismes", cuenta que "personalmente he tenido la oportunidad de salir de la ciudad por la mañana y he visto cadáveres abandonados en los baldíos".
"Estamos buscando -continúa Henny- la forma de garantizar de manera efectiva la protección de las cárceles, pero no la encontramos. Creemos que el gobierno se siente superado por los partidos políticos que hacen realmente lo que quieren".
El Frente Popular: no hay "rehenes" sino "prisioneros políticos"
Henny se refiere también en su informe del 28 octubre a la nota que el gobierno británico había enviado días antes a los dos bandos proponiendo un canje de los prisioneros no combatientes, calificados por la nota como "rehenes", ante el riesgo de que fueran exterminados en masa, para lo que ofrecía los servicios de la Royal Navy. El gobierno republicano contestará que en su zona no hay "rehenes" sino "prisioneros políticos" que han sido detenidos "por su intervención directa en la sublevación contra la República o con motivo de que puedan causarle daño y por las relaciones que mantengan con los opositores al régimen". (13) Henny aclarará a Ginebra sobre este punto que "es la misma respuesta que me dieron en mi entrevista en Presidencia", en referencia a su reunión con Largo Caballero.
Para Henny, la distinción entre prisioneros políticos y prisioneros de guerra importaba poco "desde un punto de vista humanitario". "Creemos que los presos políticos, en las circunstancias actuales, tienen derecho al mismo trato, si no mejor, que los prisioneros de guerra", señala Henny a Ginebra el 30 de octubre. (14)
"Debemos considerar -continúa el delegado de Cruz Roja- que la mayoría de estos llamados presos políticos no han tenido una actividad política real, sino que están detenidos porque tenían un familiar de derechas, o simplemente un amigo. Por otro lado, entre ellos hay un gran número de mujeres, e incluso ancianas que tienen derecho a alguna consideración".
Esta cuestión es muy relevante para entender en toda su dimensión la mentalidad que dio lugar a las matanzas de presos por parte de las fuerzas republicanas. (15) Matanzas que habían comenzado un día antes de esta nota de Henny, el 29 de octubre, con la primera saca de 31 presos de la cárcel de Ventas, asesinados en el cementerio de Aravaca, entre ellos Ramiro de Maeztu y Ramiro Ledesma.
El criterio para considerar a los presos políticos como prisioneros de guerra será defendido de nuevo por Henny ante el propio Largo Caballero en la carta que le escribe el 2 de noviembre de 1936, con copia a Julio Álvarez del Vayo, ministro de Estado, con quien se había reunido cinco días atrás, y a Rodolfo Llopis, subsecretario de Presidencia. El texto fue revisado por el cuerpo diplomático acreditado en Madrid.
"Sé que se puede objetar -escribe el delegado de Cruz Roja a Largo Caballero- que las personas detenidas en las cárceles de Madrid no son prisioneros de guerra, sino prisioneros políticos. Sin embargo, considerando que se encuentran privadas de libertad a causa de la guerra, y en virtud del Derecho de gentes y del artículo 3 del anexo de la Convención Internacional de La Haya de 18 de octubre de 1907, considero que esas personas tienen derecho al mismo trato humanitario que los prisioneros de guerra, y estoy seguro de que el Gobierno español es el primero en reconocerlo". (16)
En la misma misiva, Henny solicita a Largo Caballero que le autorice a visitar las cárceles y que promueva los canjes de presos. Asimismo, le recuerda que el CICR ha reclamado a su gobierno "las listas de prisioneros combatientes y no combatientes detenidos en territorio gubernamental". Henny garantiza que "tales listas sólo serían comunicadas confidencialmente a Ginebra para facilitar al Comité Internacional las averiguaciones que se le han pedido sobre las personas dadas por desaparecidas".
Aunque el delegado del CICR reitera su petición "insistiendo especialmente en la lista de prisioneros combatientes", a su vez anuncia a Largo Caballero que va a presentar en breve "un proyecto de doble liberación basado en el intercambio" para los no combatientes.
Con su carta, Henny se adelanta un día al llamamiento que el presidente del CICR, Max Huber, hará a los dos bandos, en línea con la nota británica, para que sean liberados o canjeados todos los prisioneros no combatientes. (17)
Sin aspirar a tanto, Henny se muestra confiado en que su carta logre que el gobierno de Largo Caballero mejore la situación de los presos desafectos. "Aunque no obtenga completa satisfacción, me atrevo a esperar que por esta petición tratemos de frenar los abusos que se cometen a diario en las cárceles de Madrid", asegura. No tardará en decepcionarse.
Largo Caballero contestará a Henny dos días después. Únicamente accede a su petición de visitar las cárceles. Sobre las peticiones relativas a las listas de presos y el canje de los no combatientes, Largo Caballero le responde que "en su día, contestaré a los otros extremos de su carta". (18) Henny nunca recibirá respuesta sobre estos asuntos.
El silencio del jefe del gobierno republicano sobre los presos en su carta del 4 de noviembre es atronador dado que, como decimos, desde el día 29 ya habían empezado en la cárcel de Ventas las sacas y asesinatos de prisioneros bajo las instrucciones del propio Ministerio de Gobernación que dirigía el también socialista Ángel Galarza. Sacas que se ampliarán a la de Porlier, bajo la misma cobertura gubernativa, y después a la Modelo y San Antón a partir del día 7, solo tres días después de la contestación de Largo Caballero a Henny.
Las listas serán precisamente, como se demostró en plenas sacas, el único instrumento de control y verificación en manos de Cruz Roja y del cuerpo diplomático para tratar de garantizar la vida o conocer el destino de las personas detenidas en las cárceles madrileñas, aunque para más de dos mil de esos detenidos ya será demasiado tarde.
El hecho de que el gobierno de Largo Caballero no solo se negara a reconocer la condición de prisioneros de guerra a los detenidos gubernativos, sino que también rehusara, como hoy ya sabemos, a contestar a la petición de Cruz Roja sobre la entrega de las listas de presos, es un dato relevante respecto al papel del gobierno del Frente Popular en este capítulo siniestro de la Guerra Civil.
Al negarse a facilitar estas listas al delegado del CICR en Madrid, Largo Caballero agravó aún más si cabe su responsabilidad junto a todos los que, obligados a garantizar la vida de miles de personas cautivas en las prisiones de la capital, colaboraron por acción u omisión en los mayores fusilamientos en masa cometidos en la Guerra Civil contra personas inermes.
Notas bibliográficas:
(1) Esta documentación ha sido reproducida solo parcialmente en francés por Pierre Marqués, en "La Croix Rouge pendant la Guerre d'Espagne", L'Harmattan, París y Montreal, 2000; y por Sébastien Farré, "L'affaire Henny", George Éditeur, Chêne-Bourg (Suiza), 2022. En su obra ya clásica "Paracuellos, cómo fue", Temas de Hoy, Barcelona, 2005, Ian Gibson la cita solo indirectamente a través de información proporcionada por el personal del CICR encargado de su custodia.
(2) Marqués, op. cit., p. 25.
(3) Contrato de Georges Henny con el CICR. Centro de Documentación de Cruz Roja Española (CDCRE), ACICR B CR 212 GEN-02.
(4) Informe de G. Henny, 18 de septiembre de 1936. Ibídem.
(5) Comunicación telefónica de G. Henny y A. de Vizcaya, 25 de septiembre de 1936. CDCRE, ACICR, C-ESCI 149.
(6) Memoria del Servicio de Intercambio de Noticias Familiares. 1937. CDCRE, ACICR, C ESCI-016.
(7) Informe de G. Henny, 22 de septiembre de 1936. CDCRE, ACICR, C ESCI-015.
(8) Comunicación telefónica de G. Henny, 30 de septiembre de 1936. CDCRE, ACICR, C-ESCI 149.
(9) Comunicación telefónica de G. Henny y A. de Vizcaya, 7 de octubre de 1936. CDCRE, ACICR, C ESCI-015.
(10) Informe de G. Henny. 15 de octubre de 1936. Ibídem.
(11) Informe de G. Henny, 24 de octubre de 1936. Ibídem.
(12) Informe de G. Henny, 28 de octubre de 1936. Ibídem.
(13) Marqués, op. cit., p. 405.
(14) Informe de G. Henny, 30 de octubre de 1936. CDCRE, ACICR, C ESCI-015.
(15) Julius Ruiz, "Paracuellos, una verdad incómoda", Espasa, Madrid, 2015, p. 210.
(16) Carta de G. Henny a F. Largo Caballero, 2 de noviembre de 1936. CDCRE, ACICR, B CR 212 GEN-58.
(17) Marqués, op. cit., p. 403-404
(18) Carta de F. Largo Caballero a G. Henny, 4 de noviembre de 1936. Ibídem.
Pedro Corral es autor, entre otros libros sobre la Guerra Civil española, de Vecinos de Sangre (La esfera de los Libros, 2022).
No hay comentarios:
Publicar un comentario