La memoria de Elda vuelve al cine
La Sede Universitaria de la ciudad reproduce imágenes de cómo se celebraba en 1942 la fiesta del Día del Alzamiento
MARIVÍ PARDO 26.06.2016 | 02:18
Emilio Gistbert, último maquinista del cine CervantesINFORMACIÓN
Una joya gráfica. El documental que Emilio Gisbert, el último maquinista del cine Cervantes, guardó antes de que se perdiera con el cierre del cine Cervantes de Elda desvela la ciudad de 1942, años después de que finalizase la Guerra Civil y cómo se celebraba uno de los días grandes del régimen franquista. En la película se pueden ver las calles de Elda, así como a los padres y abuelos de algunos de eldenses que hoy viven en la ciudad.
Elda en los años 40. Pasó años arrumbada entre numerosas cintas en el Teatro Cervantes y más tarde en un trastero de Emilio Gisbert. Tras tiempos de oscuridad, el documental sobre la celebración del 18 de julio de 1942 en Elda verá la luz con público el próximo 28 de junio en la Casa Viuda de Rosas. El acto de presentación de esta proyección que, tan sólo dura 6 minutos, se complementará con una conferencia del doctor en Historia José Ramón Valero, que pondrá en valor y contextualizará el documento gráfico. La entrada será libre hasta completar el aforo.
En el documental se ve la celebración del Día del Alzamiento, fiesta grande en la etapa de la dictadura de Franco y cómo desde las fábricas los trabajadores salían en desfile hasta la calle Nueva. En la filmación se realizaron primeros planos de algunos de los participantes en el acto, por lo que los eldenses podrán reconocer a padres o abuelos o algunos, incluso, a ellos mismos en su más tierna infancia.
El documento gráfico ha sido donado por la familia de Emilio Gisbert, el último maquinista del cine Cervantes ubicado en la calle Dahellos de Elda y quien recuperó la película. Algunas de las copias serán depositadas en el Archivo de la Democracia de la Universidad de Alicante y otras reproducciones en Elda. La familia espera que el Ayuntamiento haga un esfuerzo para difundir el documental entre toda la población por su valía histórica y porque muestra a los vecinos de Elda de aquella época, así como eran sus calles, hace casi ochenta años.
Sus hijos quieren que la proyección de la película sea un homenaje a su padre, que la rescató para que futuras generaciones pudieran disfrutar de ella.
Antonio, el hijo de Emilio Gisber, cuenta cómo su padre encontró entre todas las películas que iban a quedar enterradas en el cine que cerraba sus puertas, una lata oxidada en cuyo exterior figuraba la palabra Elda. Relata que «sabía que si se quedaba allí se perdería para siempre y sin saber exactamente qué era, la recuperó y la llevó a casa» y «de no ser así se habría perdido para siempre» apostilla. Allí cayó en el olvido durante años sin saber de qué se trataba.
Años más tarde, su hijo encontró la lata y se encaminó con ella al Ayuntamiento, donde encontró al anterior concejal de Cultura, Francisco Mateos. Gisbert narra que «no había máquina alguna que pudiera reproducirla y nos fuimos a Onil». Allí se pudieron ver las imágenes, pero no la banda sonora. Las elecciones municipales de 2015 paralizaron, una vez más, que la película viera la luz.
Y hace unos meses, Antonio Gisbert se puso en contacto con el doctor en Historia, el eldense, José Ramón Valero, quien la envió a la Filmoteca de Madrid donde ha sufrido un proceso de limpieza y se ha grabado en un formato que pueden leer con facilidad los reproductores actuales. Ahora, la Sede Universitaria de Elda que dirige Charo Navalón ha organizado el acto de presentación de la joya gráfica de los años 40 del siglo pasado.
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