Un baúl donde caben el asilo de
Benalúa, los refugios, los tinglados y la Explanada
E. M. L. | ALICANTE
El nuevo Catálogo de Protecciones de la ciudad incorpora nuevos
elementos patrimoniales como el asilo de Benalúa, que se convertirá en Bien de
Relevancia Local tal y como acordó el Pleno en la pasada legislatura. Aún está
pendiente la negociación con el Obispado para la expropiación del edificio a
cambio de otro terreno.
También se incorporan el búnker de Babel y
todos los refugios antiaéreos catalogados hasta el momento en la ciudad. Existe
un plan de Memoria Histórica de abrir todos los que pueda al público.
Los tinglados ferroviarios históricos
vinculados a las estaciones de Benalúa, Madrid y La Marina, también aparecen en
el catálogo para evitar que sean demolidos en operaciones urbanísticas como la
OI/2, es decir, la del soterramiento, en la que se llegó a tirar uno de ellos y
se planteó también la necesidad de acabar con el resto.
Por primera vez se protege al completo la
Explanada como un elemento independiente y con valor en sí mismo, que hasta
ahora contaba con salvaguardas parciales en el marco de distintos planes
especiales. Las palmeras de esta avenida icónica también están incluidas en el
catálogo de especies arbóreas. Está incluido en el catálogo, asimismo, el
parque de Canalejas, así como sus ficus.
Otros espacios públicos que forman parte
del catálogo son la plaza de Gabriel Miró, objeto de polémica por los veladores
que la ocupan y que se quieren reducir, y el panteón de Quijano.
El barrio Heliodoro Madrona, o lo que
queda de él, también queda protegido para evitar que se derriben más viviendas.
El barrio portuario ha sido objeto de polémica y de varios intentos de desalojo
de las viviendas que aún resisten.
Las fincas históricas de la huerta como
Rualla y El Pino, el azud del Barranco del Infierno y la balsa de Orgegia o el
antiguo depósito de agua de Los Ángeles son otros elementos del nuevo catálogo
que se quieren poner en valor.
Se dota de protección a las sierras del
interior de la ciudad, incluido el monte Benacantil, aunque éste ya constaba
dentro del plan especial de protección del Castillo de Santa Bárbara.
Aunque algunos de estos elementos ya
estaban incluidos en otros planes de protección, la ventaja del nuevo Catálogo
es que los incluye a todos con fichas estandarizadas y al margen del entorno en
el que se encuentran, por su valor urbanístico, cultural o medioambiental.
Estas fichas se tendrán en cuenta a la hora de clasificar suelo en el Plan
General.
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