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viernes, 28 de marzo de 2014

Bando del 27 de marzo de 1940, hace hoy 74 años.

Bando del 27 de marzo de 1940, hace hoy 74 años.

Ayuntamiento de Alicante 
El Excmo. Ayuntamiento en uso de las
atribuciones que le confiere la legislación
social, ha acordado establecer con carácter
local a todos sus efectos la FIESTA DE LA
LIBERACIÓN DE ALICANTE, el día 30
del actual mes de Marzo, fiesta que sus-
tituye a la del 26 de Diciembre acordada
con anterioridad, cuyo día será laborable.

Lo que se hace público para general
conocimiento.

Alicante 27 de Marzo de 1940.

EL SECRETARIO,
Enrique Ferré

V.º B.º
EL ALCALDE,
A. Luciañez Riesco



martes, 25 de marzo de 2014

Parte del penúltimo bombardeo en la ciudad de Alicante, el 25 de marzo de 1939, hoy hace 75 años.

Parte del penúltimo bombardeo en la ciudad de Alicante, el 25 de marzo de 1939, hoy hace 75 años.

PRESIDENCIA.
A las 12 del día de hoy la aviación enemiga ha volado sobre la ciudad dejando caer su carga de bombas que no han ocasionado daños ni víctimas por haberlo hecho en el mar, cerca del puerto.
Lo que comunico a V.E. para su conocimientos y afectos.
Salud y República.
Alicante, 25 marzo de 1939,
EL PRESIDENTE

(2) Gobernador Civil y Comandante Militar


lunes, 24 de marzo de 2014

Alicante evoca el final de la Guerra Civil con un monolito en el puerto

Alicante evoca el final de la Guerra Civil con un monolito en el puerto.


El domingo se conmemorará 75 aniversario del 'Stanbrook' y habrá actos toda la semana

La provincia de Alicante tuvo un "protagonismo extraordinario" durante el final de la Guerra Civil española. En el puerto el 28 de marzo de 1939 miles de personas acudieron para intentar zapar con el barco Stanbrookhacia el exilio, pero la mayoría fueron apresados y acabaron en campos de concentración. El gobierno de la República se refugió en la finca El Poblet de Petrer, donde celebró sus últimos dos consejos de Gobierno, y el presidente Juan Negrín voló desde el aeródromo de Monòver hacia el exilio.
Cuando se cumplen 75 años de todas estas efemérides, la Comisión Cívica de Alicante para la recuperación de la Memoria Histórica ha organizado un amplio programa de actividades que se desarrollarán a lo largo de toda esta semana.
El principal acto se celebrará el domingo al mediodía en el puerto de Alicante con un homenaje a los republicanos que quedaron atrapados aquel fatídico día y muchos de los cuales fallecieron por el ataque de los aviones fascistas italianos. En el acto se estrenará un fragmento de una pieza musical inédita titulada Alicante, 25 de mayo de 1938, de Miguel Brotons, y se inaugurará un monolito con una placa conmemorativa.
Será provisional porque el monumento de Eusebio Sempere que se pretende instalar deberá esperar unos años debido a la falta de presupuesto, y el Memorial del Campo de los Alemdros, en la zona de la Goteta también deberá esperar un tiempo, según han reconocido los miembros de la Comisión.
Pero antes del domingo se sucederán toda una seria de actos en el programa. El miércoles a las 20 horas en la Sede de la Universidad de Alicante se estrenará el documental La maleta mexicana, que cuenta la historia de los 4.500 negativos de Robert Capa que desparecieron y fueron recuperados 70 años más tarde en México.
El sábado se visitará la exposición que se ha inaugurado en la Universidad sobre el final del Guerra Civil y está prevista una excursión a la finca de El Poblet, al aeródromo de Monòver y su plaza de toros que se convirtió en un improvisado campo de concentración franquista. Por la noche, en el Parninfo de la Universidad, se celebrará el conciertoHace 75 años a cargo de los canta autores Luis Pastor y Paco Ibáñez.
También está previsto el viernes un homenaje a las víctimas del franquismo en el cementerio de Alicante y por la tarde un recital de poesía de Miguel Hernández, así como diversas conferencias, charlas y debates. Una programación "plural que se celebrará en diversos espacios con la que se pretende recuperar la memoria y la verdad", según ha explicado Vicente Carrasco, miembro también de la Comisión.
Ahora la asignatura pendiente es que los dos monolitos que se inaugurarán se conviertan en monumentos
 Alicante 24 MAR 2014 - 14:02 CET
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/03/24/valencia/1395664195_860778.htm
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domingo, 23 de marzo de 2014

Alicante, última plaza republicana, descubre nuevos refugios 75 años después.



Alicante, última plaza republicana, descubre nuevos refugios 75 años después.


lainformacion.com
domingo, 23/03/14 - 11:53


Alicante, la última plaza republicana tomada durante la Guerra Civil, ha descubierto en los últimos meses nuevos refugios antiaéreos de la época que la ciudad se propone recuperar justo cuando se cumplen 75 años de la caída de la población y del final del conflicto fratricida.

Alicante, 23 mar.- Alicante, la última plaza republicana tomada durante laGuerra Civil, ha descubierto en los últimos meses nuevos refugios antiaéreos de la época que la ciudad se propone recuperar justo cuando se cumplen 75 años de la caída de la población y del final del conflicto fratricida.

Con motivo de la reciente rehabilitación de dos plazas del centro de la ciudad, la de Séneca y la del Doctor Balmis, han aparecido sendos refugios de los que se tenía más o menos constancia aunque no su ubicación exacta ni las características.

Ambos se hallan en un excelente estado de conservación debido a su estructura de hormigón y actualmente el ayuntamiento los somete a rehabilitación para que en un futuro próximo puedan ser abiertos al público.

El de Séneca es uno de los mayores de la ciudad pese a que no se conservaba plano alguno y se abrirá, previsiblemente, antes que el Balmis, que cuenta con un techo abovedado y está dividido en varias galerías.

El objetivo es acercar a los alicantinos esa parte de la historia poniendo en valor dicho patrimonio histórico y cultural, al igual que en otros países se ha hecho con diversos elementos de la II Guerra Mundial.

Según los datos de que dispone el ayuntamiento, en el subsuelo de la ciudad hay contabilizados oficialmente 96 refugios con una superficie útil conjunta de más de 3.700 metros cuadrados y con una capacidad superior a las 26.000 personas.

Todos ellos se encuentran cerrados a día de hoy, y muchos se hallan en una situación de deterioro, sin reunir las condiciones mínimas de seguridad.

En declaraciones a EFE, el concejal de Imagen Urbana y Estadística, Adrián Santos (PP), cree que puede haber bastantes más desconocidos por el olvido del paso de los años o por su carácter privado.

Como ejemplo, ha relatado que en un reciente paseo por el barrio de San Antón una vecina le explicó que en el patio de su casa había una de estas construcciones subterráneas, la cual no aparecía en el catálogo.

Alicante fue el último núcleo urbano tomado por las tropas sublevadas y desde donde partieron al exilio los últimos republicanos -uno de los episodios más conocidos fue el del carguero inglés "Stanbrook" rumbo aOrán (Argelia) el 28 de marzo de 1939 con 2.638 niños y adultos-.

Aunque el frente permaneció alejado durante gran parte de la contienda, la ciudad fue cruelmente bombardeada en la fase final, sobre todo desde 1938.

Según los datos publicados por la asociación cultural "Alicante Vivo", a lo largo de la Guerra Civil se contabilizaron 481 muertos y 790 heridos en un total de 71 bombardeos.

Los últimos datan de escasos días antes de la capitulación y cuando estaba decidido el desenlace, pero las mayores masacres se produjeron en el año anterior, sobre todo el 25 de mayo cuando murieron 300 niños, mujeres y hombres al caer 90 bombas de la aviación italiana sobre el Mercado Central cuando había gran afluencia por la llegada de una remesa especial de sardinas.

Este trágico episodio empujó a la creación de un gran número de refugios a lo largo de todo el casco urbano.

La mayor parte de ellos se hallan en mal estado de conservación por los años transcurridos, la celeridad de la construcción y la precariedad de los materiales usados, a lo que se une la humedad al ser muchos rellenados posteriormente con los propios escombros originados por las excavaciones.

Es el caso de otro de los refugios encontrados más recientemente, en 2010 con motivo de la apertura de un parque urbano en las laderas del monte Benacantil, junto a la avenida Jaume II, o también el de la céntrica plaza del Carmen.

Los datos municipales reflejan que los que tuvieron mayor capacidad se ubicaban bajo la actual plaza de Quijano, donde podían guarecerse hasta 2.500 personas, seguido por el situado bajo la actual plaza de Montañeta (2.000), las calles Mariana (1.250), San Carlos (1.200), San Blas (1.100) y los pozos de Garrigós, Maestro Bretón, Rodrigo Navarro, Campoamor, Plus Ultra, Barrio Armonía y entre las calles Bailén y Villegas (1.000).

(Agencia EFE)

domingo, 16 de marzo de 2014

Onil. Un refugio de la Guerra Civil provocó el deterioro de la cimentación del templo.

Un refugio de la Guerra Civil provocó el deterioro de la cimentación del templo.

15.03.2014 | 22:24


El hundimiento del pavimento de la nave central de la parroquia de Onil se produjo por la existencia de un refugio y todo un entramado de pasillos construidos en la Guerra Civil y que dañaron parte de la cimentación.

En el trascurso de las obras han descubierto un corredor con peldaños con acceso al refugio que perforaba los muros de las criptas. El paso del tiempo ha provocado el asiento de estas paredes, llenando los enterramientos y el pasillo de escombros y provocando el hundimiento del suelo.
El corredor es de un metro de ancho y desciende atravesando los muros laterales izquierdo y derecho de una de las criptas con una profundidad de unos seis metros por debajo del enterramiento.
Una vez finalizados los trabajos arqueológicos la empresa local «El Maño» se encargará de reconstruir los muros y una estructura y colocar de nuevo el pavimento, dejando dos registros de acceso a las criptas.

http://www.diarioinformacion.com/alcoy/2014/03/16/refugio-guerra-civil-provoco-deterioro/1480370.html


Entrada al pasillo del refugio de la Guerra Civil. 



viernes, 14 de marzo de 2014

Un paseo por los búnkeres de la guerra, Monforte del Cid.

MONFORTE DEL CID

Un paseo por los búnkeres de la guerra

El Ayuntamiento del PP restaura la principal defensa militar de la II República en el Portichol para integrarla en una ruta turística

13.03.2014 | 01:20





Recursos propios. Convertir los vestigios militares de la Guerra Civil en un reclamo turístico. Eso es lo que quiere hacer el Ayuntamiento de Monforte del Cid con la recuperación de los siete búnkeres que el ejército republicano construyó en la cumbre del Portichol, junto a la autovía de Madrid, para impedir el avance de las tropas franquistas. Además, el municipio va a costear esta actuación con sus propios recursos.
Los trabajos de restauración y adecuación del principal búnker construido en Monforte del Cid en plena Guerra Civil están a punto de comenzar. Con esta actuación el equipo de gobierno del PP quiere acercar a los turistas uno de los elementos más singulares del rico patrimonio histórico y arqueológico de la población, dando a conocer el tipo de arquitectura bélica que realizó el ejército de la II República en 1936 y que, 78 años después, sigue dominando la cumbre del Portichol.
Las labores las realizará la brigada municipal y consistirán en la limpieza del entorno, fijación e iluminación del interior, arreglo de la escalera de acceso y colocación de un panel informativo donde se ofrecerán datos precisos sobre esta construcción enclavada en suelo municipal. Estos búnkeres, también llamados nidos de ametralladoras, conformaban las líneas defensivas de la Guerra Civil contra el avance de las tropas franquistas y se emplazaban en lugares estratégicos. En este caso en la posición elevada y angosta del Portichol, junto a la autovía de Alicante-Madrid, a la altura de Alenda Golf, donde se conservan en perfecto estado siete de estas construcciones aunque alguna de ellas se hallan dentro de fincas privadas.

La alcaldesa, la popular Antonia Cervera, visitó ayer la zona junto al edil de Cultura, José Ángel Maciá, y anunció un ambicioso proyecto de conservación y puesta en valor de este vestigio militar. Para ello tiene previsto contactar con los propietarios de los terrenos donde se encuentran emplazados los demás búnkeres para que presten su colaboración y permitan el acceso de monfortinos y visitantes en días y horas previamente fijados. «La idea es seguir promocionando nuestro gran patrimonio histórico al tiempo que nos permite explotarlo de forma turística», ha explicado la alcaldesa. Cabe recordar, en tal sentido, el importante esfuerzo realizado en los últimos años por el área de Cultura y Patrimonio de Monforte. Precisamente a finales de este mes se celebra el tercer aniversario de la inauguración del Museo Íbero, que reúne una de las colecciones más importantes de piezas íberas. A ello añade Cervera «la adecuación del casco antiguo, la conservación del Archivo Histórico Municipal y la celebración, en 2013, del tercer centenario del nacimiento de nuestro paisano más ilustre Jorge Juan».


Pero en breves fechas también se podrá acceder en Monforte del Cid a un búnker semienterrado de la Guerra Civil y visitar sus plataformas de anclaje para el armamento donde se colocaba el soldado, la cámara o cámaras destinadas a la guarnición y las troneras en forma de cono desde donde se disparaba al enemigo.

jueves, 13 de marzo de 2014

Monforte del Cid restaurará siete búnker para impulsar las visitas turísticas

Monforte del Cid restaurará siete búnker para impulsar las visitas turísticas

Se limpiará el entorno, se harán tareas de fijación en el interior y se arreglará la escalera de acceso

12.03.2014 | 13:28

Monforte del Cid se propone restaurar siete búnker militares de la Guerra Civil para explotar estos elementos arquitectónicos desde el punto de vista turístico.

Según un comunicado de la alcaldesa, la popular Antonia Cervera, la primera de estas construcciones defensivas a recuperar se halla en las inmediaciones del alto del Portichol (cerca de la autovía A-31) y ya se están efectuando los trabajos previos.

Las labores en este punto consisten en la limpieza del entorno, tareas de fijación en el interior, el arreglo de la escalera de acceso, así como la instalación de un panel informativo donde se ofrecerán datos precisos del tipo de construcción.
Para la restauración del resto de construcciones se tiene previsto negociar con los propietarios de los terrenos para que éstos faciliten las posteriores visitas que permitan acercar tanto a los monfortinos como a los turistas esta parte del patrimonio histórico del municipio.
Para la alcaldesa, "la idea es seguir poniendo en valor nuestro patrimonio al tiempo que nos permite explotar de forma turística".
Esta iniciativa se suma a la inauguración, hace tres años, del museo Íbero, que reúne una de las colecciones nacionales más relevantes de ese tipo de piezas, especialmente los toros, entre otras actuaciones culturales recientes, como los homenajes a Jorge Juan en el tercer centenario de su nacimiento.
https://maps.google.es/maps/ms?msid=204912169128730647663.0004b2322181ff0cc8c75&msa=0&ll=38.361042,-0.685143&spn=0.020493,0.042272

Refugios antiaéreos de Orihuela


orihuela turismo




REFUGIOS ANTIAÉREOS.


Estrictamente no son arquitectura militar, sino más bien ingeniería civil para la defensa pasiva. Durante la última Guerra Civil Española, el consistorio republicano se encargó de la construcción de varios refugios para defender a la población de los posibles bombardeos de la aviación franquista, los más importantes son:
REFUGIO DE LAS ESPEÑETAS (no visitable), amplio túnel excavado en la roca con capacidad para carros y camiones
REFUGIO DE LA PLAZA RAMÓN SIJÉ (no visitable), situado bajo la plaza del Marqués de Rafal , consistente en cuatro pasillos intercomunicados, conaccesos en dos esquinas de la plaza.
REFUGIO DE SANTA JUSTA, se iniciaba en el antiguo retén de la Policía Municipal, con una bóveda de ladrillo, para seguir excavado en la roca bajo el actual Barrio de Triana, hasta salir al final de la actual Calle Maestro Esteban.
Visita concertada en la Oficina Municipal de Turismo .
Teléfono :965304645


miércoles, 12 de marzo de 2014

Visita guiada al refugio de guerra bajo el Mercado Central de Elche

Recreamos junto a los arqueólogos y el coordinador de Cultura cómo sería una visita por el refugio de la Guerra Civil, cuya entrada se ha encontrado en las catas de la plaza de la Fruïta


http://youtu.be/pSWWfd9WYio

http://elcheciudad.blobic.com/entry/visita-guiada-al-refugio-de-guerra-bajo-el-mercado-central-de-elche

lunes, 10 de marzo de 2014

El Consistorio incluye los depósitos de La Británica en el catálogo de refugios de la Guerra Civil


ALICANTE

El Consistorio incluye los depósitos de La Británica en el catálogo de refugios de la Guerra Civil

Imagen Urbana recopila todas las excavaciones de la contienda para protegerlas, ponerlas en valor y hacer algunas visitables al público 

10.03.14 - 01:00 - 

El Ayuntamiento de Alicante, a través de la Concejalía de Imagen Urbana, va a incluir los antiguos depósitos de combustible de La Británica, excavados en la Serra Grossa, dentro del catálogo de refugios antiaéreos de la Guerra Civil que quedan en la ciudad. El Consistorio quiere estudiar y poner en valor todos estos lugares subterráneos construidos por toda la ciudad, donde la población se ocultaba ante los bombardeos.
El objetivo final es ponerlos en valor y hacerlos visitables. El último de estos refugios antiaéreos que se quiere recuperar se encontró, casi por casualidad, en la plaza Balmis, durante las obras de reforma del enclave. El Ayuntamiento los hará visitables para los colegiales, aunque la dimensión del complejo horadado en la Serra Grossa impide por el momento cualquier proyecto por falta de presupuesto, aunque la Generalitat hizo un estudio para recuperarlos.


Normalmente, estos refugios son bóvedas excavadas a poco metros de la superficie, con la altura justa para que entrasen las personas. Sin embargo, los depósitos de La Británica pueden ser los de mayores dimensiones que se encuentren no ya en la ciudad, sino en la provincia.
Se llaman así porque, en el siglo XIX, acogieron la refinería de la antigua Británica, absorbida por Cepsa. Son cientos de metros de galerías excavadas en la roca viva, que se abren en los laterales a veinte bóvedas, ocho en las que se crearon tanques con una capacidad de 20.000 metros cúbicos y otras doce más pequeñas, para depósitos de 500 metros cúbicos.
La historia
Durante la Guerra Civil se utilizaron para esconder los depósitos de combustible para los barcos de guerra de los bombardeos enemigos. Hoy esta gran infraestructura se mantiene en buenas condiciones constructivas, a pesar de que llevan abandonadas más de 40 años, desde que en 1966 Campsa trasladara la actividad industrial desde esta parte de la ciudad a la zona sur.
La decisión de tapiar las tres entradas a las galerías desde el exterior ha permitido salvaguardar, en cierta forma, la integridad del conjunto. Aunque también ha privado a muchos alicantinos tener conocimiento de esta factoría subterránea.
Solo tres pequeños huecos en la pared de la roca permiten entrar al recinto. Están en la enorme explanada que se ha construido en la parada del Tram en Sangueta, en un espacio que antaño fue la refinería La Británica, abierta en 1875. Todavía se puede observar sobre la roca los cortes de barreno para las extracciones de piedra y los tejados de ladrillo a dos aguas, que formaban el complejo industrial.
Detrás de lo que fueron las oficinas de la refinería se excavaron en 1937, en plena contienda, tres huecos que dan acceso al complejo.

sábado, 8 de marzo de 2014

Visita guiada por el túnel bajo el Mercado Central de Elche.

Visita guiada por el túnel bajo el Mercado Central de Elche.
Recreamos junto a los arqueólogos y el coordinador de Cultura cómo sería una visita por el refugio de la Guerra Civil, cuya entrada se ha encontrado en las catas de la plaza de la Fruïta

Con linternas y las precauciones necesarias, el Ayuntamiento espera poder hacer visitables los restos que se han encontrado junto al Mercado Central. De esa forma se podrán bajar las escaleras que se abren en la Plaza de la Fruïta y que se han encontrado recientemente en las excavaciones arqueológicas que está realizando la empresa Estrats.

Para adentrarnos en la historia, es necesario descender los 18,5 metros de profundidad que tiene esta infraestructura. Fue construida con hormigón en el año 1937 por mujeres, niños y mayores para esconderse en caso de bombardeo durante la Guerra Civil. Afortunadamente no hicieron falta ya que Elche nunca fue bombardeada.

Una vez llegamos al final de la larga escalera, nos encontramos con un angosto túnel abovedado con dos metros de altura con las paredes revestidas de hormigón y el suelo embarrado. La luz de las linternas se pierde en la oscuridad y es que el túnel tiene varios metros de largo ya que conduce desde la pasarela hacia las cuatro esquinas, aunque se cree que en su momento llegaba hasta el Gran Teatro o la iglesia de El Salvador.

Extremo por la zona Oeste: ladera del río

"Se supone que el túnel tiene una salida en su parte oeste que da a la ladera del río, a una altura inferior a la zona por donde van los corredores", afirma Julio Sagasta, arquitecto municipal mientras señala un muro de cemento de distinto color al resto de las paredes. "Es probable que este cemento se colara por uno de los respiraderos cuando se construyó en el año 2.000 el nuevo edificio del Ayuntamiento", afirma el arquitecto.

Los arqueólogos suponen que no habrá problema en retirar ese cemento y de esa forma abrir el acceso a la ladera. Hacia el lado contrario, el estrecho pasillo se desliza hasta las cuatro esquinas, pasando por debajo de la Plaça de Baix. A medio camino hay una abertura de unos 50 centímetros de diámetro en el techo, que a modo de chimenea comunica con la superficie. "Se trata de un respiradero que da a la Plaça de Baix, esquina con la Corredora, y que está sellado por una de las trapas que hay en el suelo", según cuenta Ana Valero, la arqueóloga de Estrats que está dirigiendo las catas.

Extremo por la zona Este: Cuatro esquinas

Continuando con la visita, el túnel se interrumpe varios metros más hacia el este, a la altura de las cuatro esquinas. Hasta ahora cuando se realizaban obras y se encontraba un acceso al refugio se tapiaba. Es el caso del aparcamiento del Gran Teatro o algunos garajes particulares de la zona centro. Ahora la intención del Ayuntamiento es poner en valor esta construcción y abrirla una vez finalicen las catas para hacer de nuestra historia local un atractivo turístico.

De sellados y olvidados a recuperados

"Se trata de un símbolo de un pueblo que trabajó unido para construir algo que era necesario durante la Guerra", afirma Pablo Ruz, coordinador de Cultura y Patrimonio. Ruz recuerda que los túneles son un fiel reflejo de cómo era la vida en las ciudades más allá del frente de Guerra: "Y el Ayuntamiento ahora es sensible para mostrar esta parte de nuestra historia". Es por ello que la intención del Equipo de Gobierno es organizar visitas guiadas al túnel una vez se acondicione. "En lugar de echar cemento y destruir parte como se hizo en anteriores etapas, nosotros queremos poner en valor este refugio y convertirlo en un atractivo turístico".

De esta forma, los túneles que fueron excavados para escapar de los bombardeos, se sellaron para olvidar la Guerra y en parte se destruyeron para construir nuevos edificios, ahora se recuperarán para no olvidar parte de nuestra historia.
http://www.infoexpres.es/s5522n146708-Visita-guiada-por-el-tunel-bajo-el-Mercado-Central.html

viernes, 7 de marzo de 2014

Represaliados y delatores

Represaliados y delatores

13.01.2014 | 19:36

http://www.diarioinformacion.com/opinion/2014/01/13/represaliados-delatores/1457119.html

Nada más ocupar la ciudad de Alicante, las autoridades franquistas iniciaron las represalias contra todas aquellas personas que se opusieron al golpe de Estado. Además de castigar a los refugiados que habían sido confinados en los campos de concentración, comenzaron a buscar a quienes habían huido o se habían escondido. Tanto el fiscal militar como el Tribunal de Responsabilidades Políticas instaron con firmeza al Ayuntamiento para que colaborase en la recopilación de información sobre los dirigentes republicanos.
Esta colaboración del alcalde y los funcionarios municipales no debió de ser al principio todo lo ágil y eficaz que se esperaba, por cuanto la Auditoría de Guerra del Ejército de Ocupación envió un oficio el 28 de julio de 1939 al alcalde alicantino, Ambrosio Luciáñez Riesco, trasladándole una queja del fiscal militar por la falta de rigor de los informes emitidos. Al día siguiente, Luciáñez respondió con otro oficio en el que explicaba que la búsqueda de los antecedentes para los informes había sido encomendada al subjefe de Policía, un oficial del ejército, «quien para tal cometido tiene a sus órdenes inmediatas a cuatro guardias de toda su confianza (?). El número de informes que se despachan es elevadísimo, puede calcularse un promedio de ciento cincuenta al día, dato que por sí solo probará a V.S. que, aun poniendo a prueba la mejor buena voluntad, es absolutamente imposible garantizar la exactitud de todos ellos».
Esta reprensión no volvió a repetirse porque Luciáñez tomó las medidas oportunas para complacer tanto a los militares como a los jueces que se encargaban de la depuración política.
El Juzgado Provincial de Responsabilidades Políticas, dirigido por José Mingot Tallo, hizo públicas varias listas de inculpados y ordenó prestar declaración a «cuantas personas tengan conocimiento de la conducta política y social de los inculpados, antes o después de la iniciación del Movimiento Nacional, así como indicar la existencia de bienes a aquellos pertenecientes». Pero la principal fuente de la que se sirvió este tribunal para recoger información fue el Ayuntamiento.
También fueron Luciáñez y sus principales colaboradores quienes se encargaron de la depuración de los funcionarios locales.
La Ley de Depuración de Funcionarios Públicos, aprobada por Franco el 10 de febrero de 1939, antes por tanto de que finalizase la guerra, empezó a aplicarse inmediatamente en Alicante, para lo cual se constituyó un tribunal nombrado por el gobernador civil, con Enrique Ferré Bernabéu como juez instructor y Ginés Puerto Cerdán como secretario, que eran a su vez el secretario y el letrado asesor del Ayuntamiento de Alicante, respectivamente.
«En general, fueron reincorporados a sus puestos los que habían sido cesados después del 18 de julio de 1936, destituidos los nombrados después de esa fecha, suspendidos de empleo y sueldo los nombrados entre febrero y julio de 1936 y sometidos a depuración los nombrados con anterioridad a febrero de 1936. El Ayuntamiento alicantino, por ejemplo, readmitió sin cargo alguno a 159 funcionarios, destituyó a 74 (más a otros 28 que habían abandonado su destino) y dictó sanciones menores contra 4», resume Francisco Moreno Sáez. Casi todos los secretarios de Administración Local que fueron reincorporados eran adictos al «Glorioso Movimiento Nacional».
Para conservar su empleo, algunos funcionarios recurrieron a una rápida conversión política, no exenta a veces de una actitud vergonzosa y delatora. Este es el caso del que fuera conserje-administrador del cementerio municipal de Alicante, Tomás Santonja Ruiz. El 5 de mayo de 1939, Luciáñez envió un oficio requiriendo con urgencia información sobre el comportamiento del personal del cementerio durante los fusilamientos realizados a lo largo de la guerra civil. Cuatro días después, Santonja respondió informando de que casi todos los enterramientos de fusilados en carreteras fueron dirigidos por él personalmente, siendo correcta la actitud de los sepultureros. «Las exhumaciones se hacían acto seguido de su entrega, y eran conducidos por el furgón de la Funeraria, después de haber pasado por el Depósito Judicial del Hospital Civil», escribió. A continuación relataba varios de aquellos enterramientos, mencionando los nombres de los asistentes: el capitán de asalto Rubio Funes, el teniente de asalto Romualdo Maset Martínez, los médicos José Aznar y Manuel Hurtado, los miembros de la Comisión de Justicia Fulgencio Romero y Carmelo Alberola Cortés? Pero al llegar al enterramiento de Primo de Rivera, el encargado del camposanto alicantino aseguró no haber participado en él de manera deliberada:
«El día 29 de Noviembre de 1936, eran próximamente las 2 de la tarde y con el coche del equipo del "Hércules" fueron conducidos 25 presos de la Cárcel Provincial, para ser ejecutados en este Cementerio, el que suscribe abandonó el cargo y marchó á la población, no quise, no podía, presenciar tal monstruosidad.
»Me reintegré á mi domicilio en las últimas horas de la tarde, minutos después otra expedición de 27 presos sacados del Reformatorio de Adultos. Minutos después, me hice cargo de los cadáveres y aquella misma noche, yo personalmente, y ayudado por los sepultureros, fui depositando uno á uno sus cuerpos en la fosa donde reposan.
»Lo que pudiese ocurrir en la tarde del 29 de Noviembre, no estuve presente, (no) puedo justificarlo, sí en todas las demás; estuve ausente de mi cargo, por indicios puedo hacer resaltar, que si bien todo el personal y en todo momento, mantuvo una actitud correcta parece ser que uno solo de ellos, no estuvo á la altura que su misión y cargo requería.
»Cayetano Alarcon, peón-sepulturero, hombre de sentimientos buenos, puede dar luz, sobre la actitud y formas empleadas en esa tarde, por el demas personal.
»Los que cometieron estos asesinatos, no son conocidos se dijo en aquellos días eran de la "Columna de Hierro".»
Eran varios los departamentos municipales que participaban en la elaboración de los informes requeridos por los tribunales de represalia franquista. Uno de ellos era el Archivo.
En agosto de 1939, Luciáñez ordenó a los funcionarios del Archivo Municipal que procedieran «a la busca en las colecciones de periódicos existentes en dicha dependencia, publicados a partir del 16 de Febrero de 1936, de nombre de las personas que actuaron en la política alicantina encuadrados en los partidos políticos y sindicales que integraban el Frente Popular, de los cuales se entresacarán y comunicarán los de los individuos de algún relieve social». En octubre, el alcalde trasladó al Archivo otro oficio del juez en el que se requerían los «componentes de organizaciones marxistas e izquierdistas de todo orden, aparecidas en los periódicos locales, durante el dominio rojo». También se recurrió a la prensa alicantina de años anteriores para buscar datos sobre masones.
Como consecuencia de ello, en el Archivo se elaboraron numerosos informes. Por ejemplo, de Antonio Pérez TorreblancaJosé Cremades FonsJerónimo Gomáriz LatorreJosé Alonso Mallol,Agustín Mora ValeroMarcial Samper FerrándizFermín y Álvaro Botella PérezJosé López PérezRafael Milla Santos, Lorenzo Carbonell SantacruzSantiago Martí Hernández,Francisco Doménech MiraManuel Pomares Monleón, Luis Massanet PérezHeliodoro Valero MasAlfredo Solá FalgásRufino Arenas Galán?, y de muchos otros políticos, magistrados, sindicalistas y periodistas izquierdistas mencionados en noticias aparecidas en El Luchador o enNuestra Bandera.
Pero no todo el mundo tenía acceso a la hemeroteca municipal. El 31 de julio de 1942 se le comunicó al encargado del Archivo, José María Simón Juan (que había sustituido en el cargo a Eduardo Irlesnada más acabar la guerra) la disposición del fiscal instructor de la Causa General por la que quedaba intervenida «toda la prensa roja que se conserve en el Archivo de su cargo», quedando prohibida su exhibición sin autorización por escrito del alcalde. Además, se le ordenó hacer un inventario de todos los periódicos y revistas publicados «desde 1º de Febrero de 1936 a fines de Marzo de 1939». En el inventario de estos periódicos custodiados en el Archivo figuraban las cabeceras siguientes: El LuchadorDiario de AlicanteBandera RojaEl DíaAvanceLiberación Nuestra Bandera.
www.gerardomunoz.com
También puedes seguirme en
www.curiosidario.es

miércoles, 5 de marzo de 2014

Organización defensiva de la línea GUARDAMAR - ROJALES - BENÍJOFAR.


El 20 de abril de 1937, el Teniente Coronel Jefe de la Comandancia de Ingenieros  remitió al Coronel Comandante Militar de la Plaza los Proyectos formulados por la Comisión nombrada para las líneas defensivas de Guardamar-Rojales-Beníjofar y de San Miguel de Salinas.

El objetivo de la línea era para contener el avance hacia Cartagena de fuerzas desembarcadas en Santa pola.

La línea se organizó siguiendo la margen derecha del río Segura entre esas poblaciones. Se construyeron tres líneas defensivas:

1ª Línea: de resistencia de la posición avanzada.

2ª Línea: principal de resistencia.

3ª Línea: de reserva.

Dadas la naturaleza del terreno, fuertemente ondulado, las líneas están muy próximas.

Las obras consistieron en atrincheramientos de perfil normal; nidos de ametralladoras dobles y sencillos; explanadas para doble número de piezas de ametralladoras; observatorios y abrigos con blindaje de hormigón; organización defensiva de los tres pueblos; alambradas de 8 metros de profundidad y preparación de la voladura del puente de la carretera general.



Plano donde figuran las tres líneas.

La línea de resistencia de la posición avanzada comenzaba en las dunas entre Guardamar y la playa, con la construcción de trincheras para una sección y dos asentamientos dobles para ametralladoras, con la misión de batir los accesos al pueblo y los ángulos muertos desde la cota 68.1.

Se organizo defensivamente la  población de Guardamar con el acuartelamiento de una compañía.

En la cota 68.1 se instalaron dos Secciones, 2 nidos de una máquina (ametralladora) y un Observatorio.

En la altura anterior a la referida cota, 1 Sección y 2 nidos sencillos.

En la altura cota 84, 1 Sección y 2 nidos sencillos.

En la cota 31.6, 1 Sección y 1 nido.

En el saliente sin cota, situado entre Casa y Casilla, 1 Sección y 2 nidos.

En los tres salientes delante del Reyero, 1 Compañía y 4 nidos.

En el montículo de la cota 65, 1 Observatorio, y en los salientes que los rodean y en casa Bernarda, 2 compañías y 10 nidos de una máquina.

Se organizó defensivamente el pueblo de Rojales con 1 Compañia. Otra Compañía se atrincheraría en la ladera noreste del Atalaya, y una tercera Compañía en el monte defensivo de Beníjofar.

(EN BREVE SE PONDRÁ LA INFORMACIÓN DE LAS OTRAS DOS LÍNEAS)



Representación de la Línea de resistencia sobre plano de la época.

Representación de la Línea de resistencia sobre plano actual.

Representación de la Línea de resistencia sobre fotografía actual.

Representación de la Línea principal de resistencia sobre plano de la época.

Representación de la Línea principal de resistencia sobre plano actual.

Representación de la Línea principal de resistencia sobre fotografía aérea.

Representación de la Línea de reserva sobre plano de la época.

Representación de la Línea de reserva sobre plano actual.

Representación de la Línea de reserva sobre fotografía aérea.




Documental sobre el final de la Guerra Civil en Alicante

Documental sobre el final de la guerra civil y los acontecimientos sucedidos en el puerto de Alicante. Entrevistas a Carmen Caamaño, y Javier Zaragoza.




http://youtu.be/bwTkxXsj2rQ

http://www.elsenorgordo.com/search/label/Cine%20y%20documentales

martes, 4 de marzo de 2014

Primeros días de la sublevación militar del 18 de julio en Alicante

Primeros días de la sublevación militar del 18 de julio en Alicante


FRANCISCO MORENO SÁEZ 

http://www.diarioinformacion.com/opinion/2011/07/19/primeros-dias-sublevacion-militar-18-julio-alicante/1150170.html

Tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, una parte de las derechas españolas maniobraron, al margen de la legalidad constitucional, para recuperar el poder, en colaboración con amplios sectores del ejército. La conspiración militar se puso en marcha de inmediato y contó con la colaboración, más o menos intensa, de Falange Española, Renovación Española, los tradicionalistas, gran parte de la CEDA y su correlato en la Comunidad Valenciana, la Derecha Regional. Se asistió entonces, en los meses subsiguientes, a una escalada de la tensión social y política, alimentada desde posiciones extremistas: los partidos centristas pasaron a un segundo plano y entre las derechas y las izquierdas aumentaron quienes estaban dispuestos a romper, en un sentido o en otro, con el statu quo que suponía la República.
Lo ocurrido durante el bienio de derechas y la amnistía de los represaliados tras la huelga general revolucionaria de octubre de 1934, el auge de los fascismos en Europa, los disturbios anticlericales, las huelgas que combinaban reivindicaciones laborales y políticas, la actitud de quienes, mientras atizaban el desorden, clamaban contra él en el Parlamento, el deterioro de la convivencia social, en definitiva, caracterizaron los meses anteriores a julio de 1936 sin que ello quiera decir que la situación -similar a la que ocurría en otros países, como Francia- fuera insoluble por medios pacíficos. Frente a interpretaciones interesadas, impulsadas por los vencedores en la contienda civil, la sublevación militar no fue una decisión inevitable para impedir el caos, sino la chispa que causó el incendio: fueron, pues, los militares y quienes colaboraron con ellos, que se levantaron en armas, contraviniendo sus juramentos de lealtad, contra el legítimo régimen republicano, los causantes de un horroroso enfrentamiento entre españoles que no terminó en 1939, sino que se prolongó durante muchos años.
En la Comunidad Valenciana, la sublevación estuvo condicionada, como era lógico, por lo que pudiera ocurrir en Valencia, sede de la Capitanía General de la Tercera División Orgánica, al mando del general Martínez Monje, y donde se encontraban dos Regimientos de Infantería, uno de Caballería, el Quinto Regimiento de Artillería Ligera y un batallón de Zapadores, con cuartel en Paterna. Además, fuerzas de la Guardia Civil, Carabineros y Guardia de Asalto. Para encabezar la rebelión se designó al general González Carrasco, que se desplazó a la ciudad para relevar a Martínez Monje, el día 19 de julio. Sin embargo, su indecisión, las noticias del fracaso del general Goded en Barcelona, la actuación de las autoridades civiles y de algunos militares, y la movilización inmediata de los sindicatos y partidos de izquierda para defender a la República hicieron fracasar el golpe de estado en Valencia y, en consecuencia, en toda la Comunidad.
Alicante contaba con dos acuartelamientos de la VI Brigada de Infantería, mandada por el general José García Aldave Mancebo, gobernador militar de la provincia: en Alcoi se encontraba el Regimiento de Vizcaya nº 12 y en el cuartel de Benalúa, en Alicante, el de Tarifa nº 11. Muchos de sus oficiales, miembros de la Unión Militar Española, estaban comprometidos con la conspiración militar que estalló el 18 de julio de 1936, y estaban apoyados por algunos civiles, encuadrados en Falange y Derecha Regional Agraria. Además, existían en la capital una Comandancia de la Guardia Civil, otra de Carabineros y una Compañía de Guardias de Asalto, que mandaba Eduardo Rubio Funes, delegado en la zona de la Unión Militar Republicana Antifascista.
En efecto, el 18 de julio hacia las 11 de la mañana sonó inesperadamente la radio local. "Muy importante. Dentro de breves momentos comunicarán desde el Ministerio de la Gobernación noticias muy importantes para todos los españoles". Cuando llegaron así las primeras noticias de la sublevación militar en África, el general García Aldave ordenó el acuartelamiento de las tropas y el mismo sábado 18 de julio, se lanzó por la radio una proclama del Comité Provincial del Frente Popular, en la que se pedía serenidad, porque el movimiento militar estaba "circunscrito a Marruecos".
Pero pronto afluyeron a los centros políticos sus militantes y muchos se agolpaban ante el Gobierno Civil para pedir armas. Las tropas, mientras tanto, permanecían acuarteladas, esperando instrucciones de Valencia. En el Gobierno Civil, instalado entonces en la calle de Blasco, donde actualmente se encuentra la Sindicatura de Greuges se comenzó a trabajar febrilmente. Aparecieron los dirigentes de las organizaciones políticas y obreras que constituían el Frente Popular y más tarde los libertarios, para ofrecer su concurso. A diferencia de lo que había ocurrido en 1923 cuando el general Primo de Rivera se había "pronunciado" y había accedido al poder sin ninguna resistencia, pues nadie salió en defensa de un sistema político como el de la Restauración, totalmente desprestigiado, ahora las organizaciones políticas y sindicales progresistas -incluso aquellas que habían combatido duramente a la República en sus primeros momentos- se aprestaron a defender las conquistas sociales y políticas logradas desde 1931.
Según el testimonio de Eliseo Gómez Serrano, catedrático de la Escuela Normal de Magisterio, concejal y diputado de Izquierda Republicana -que llevó un diario durante toda la guerra civil-, la actitud del Regimiento de Infantería de Tarifa ofrecía muchas dudas, pues la oficialidad era "reaccionaria" en su mayoría, el general Aldave adoptaba una actitud "turbia" y los soldados, acuartelados, permanecían ignorantes de lo que ocurría en España. En cuanto a la Guardia Civil, muchos de sus jefes eran "notoriamente derechistas". De manera que el gobernador civil, el enérgico republicano Francisco Valdés Casas, nombrado en febrero de 1936, únicamente contaba con la Compañía de Guardias de Asalto mandada por Rubio Funes -que posteriormente ascendería a comandante y mandaría la 71 Brigada Mixta, en la que se integró el Batallón "Alicante Rojo"- y con el apoyo entusiasta de muchos afiliados a los partidos y sindicatos de izquierda, dispuestos a defender la República, pero desarmados. El ambiente en la ciudad era enormemente confuso y circulaban camiones y coches con militantes de izquierdas que trataban de controlar la situación.
Algunos de los militares más comprometidos con la conspiración, el capitán de Estado Mayor José Meca y el Teniente Coronel de la Guardia Civil José Estañ, intentaron convencer a Valdés Casas para que declarase el estado de guerra y entregase el poder al Gobernador Militar, a lo que se negó el Gobernador Civil, asegurándoles que disponía de elementos suficientes para mantener el orden. García Aldave, presionado por el citado capitán Meca y otros oficiales conjurados como el comandante Sintes Pellicer o el teniente Pascual, aseguraba a Valdés que él permanecería "neutral", lo que de hecho suponía no poner a sus tropas a las órdenes del gobierno legítimo. Era evidente, pues, que los oficiales comprometidos en la conspiración militar estaban esperando el desarrollo de los acontecimientos en Valencia.
Las tropas, en efecto, permanecían acuarteladas, y no intentaron salir a controlar la ciudad: ni siquiera se intentó un golpe de mano para liberar al jefe de Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, encarcelado a escasa distancia del cuartel, lo cual resulta sorprendente, dado el grado de implicación de los falangistas en la preparación del golpe militar. Fueron, en cambio, un centenar de militantes de Falange de la Vega Baja mandados por Antonio Maciá y Antonio Piniés Roca de Togores, quienes, el 19 de julio, organizaron una expedición para hacerlo, en la creencia sin duda de que la sublevación militar estaba en camino de triunfar. Pero efectivos de la Guardia de Asalto al mando del capitán Eduardo Rubio Funes los interceptaron en los Doce Puentes, a la entrada de la ciudad, y tras un intenso tiroteo, detuvieron a la mayoría.
Mientras tanto, en Alcoy, donde se encontraba el Regimiento de Infantería Vizcaya nº 12, así como una compañía de Guardia Civil y una sección de Guardias de Asalto, las autoridades locales, al conocerse el alcance de la sublevación, el día 18, comenzaron a organizar la resistencia contra el golpe de estado, mientras los civiles partidarios de la sublevación trataban de refugiarse en el cuartel de Infantería. El alcalde de la ciudad, el republicano Evaristo Botella Asensi, y el diputado socialista Salvador García Muñoz, apoyados por los partidos y sindicatos que componían el Frente Popular, trataron de controlar la situación y al día siguiente se constituyó un Comité Revolucionario de Defensa, que convocó la huelga general: los sindicatos tomaron el control de la ciudad y armaron a sus afiliados, que cercaron el cuartel y detuvieron a los sospechosos de simpatizar con los facciosos.
El día 20 llegaron noticias de que la Guardia Civil de Albacete -al mando del alicantino Fernando Chápuli, que detuvo al Gobernador Civil, el también alicantino Pomares Monleón- se había sublevado, cortando las comunicaciones de Alicante, Valencia, Murcia y Cartagena con Madrid, y que en Almansa más de cien guardias civiles se habían encerrado en el cuartel. Al día siguiente salieron columnas de milicianos, apoyados por algunos Guardias de Asalto, desde Alicante, Elche, Murcia y Cartagena para tratar de someter a los sublevados. Según Gómez Serrano, "los milicianos (dicen que quinientos) han de partir sin más que unas treinta armas entre escopetas de caza, pistolas, revólveres y otros artefactos más peligrosos para sus portadores que para el enemigo". En la organización de estas columnas tuvieron un importante papel el diputado socialista Vicente Sol, natural de Crevillent, y el alcalde de Elche, Manuel Rodríguez. En primer lugar, se consiguió la rendición de los guardias civiles sublevados en Almansa y después, las fuerzas leales a la República, procedentes de Alicante y Murcia, asediaron Albacete. Por fin, el sábado 25, entraron en la ciudad y el comandante de los rebeldes, Teniente Coronel Chápuli, se suicidó. Por la tarde, se tomó Villarrobledo y se restableció la circulación de trenes entre Madrid y Alicante.
El día 22 de julio llegaban a Alicante tropas leales a bordo del destructor "José Luis Díaz", cuya marinería se unió a los milicianos, que controlaban la ciudad y vigilaban el cuartel de Benalúa, que quedó totalmente aislado. Las gestiones de Diego Martínez Barrios, que encabezaba la Junta Delegada del gobierno con jurisdicción en las provincias de Valencia, Alicante, Murcia, Albacete y Cuenca, no consiguieron convencer a García Aldave para que reconsiderase su actitud. El día 23 de julio, y ante los rumores de que las tropas iban a intentar ocupar la ciudad, miles de alicantinos se acercaron al cuartel y el general Aldave, consciente de su fracaso, ordenó la salida pacífica de las tropas, que "se funden en un abrazo con el pueblo", según la prensa. Inmediatamente fueron arrestados el general Aldave y un grupo de militares conjurados.
En Alcoy tardó más tiempo en resolverse la situación. La actitud del coronel Pérez Frau, que estaba al mando del Vizcaya, era vacilante, las fuerzas de la Guardia Civil fueron concentradas en Alicante y la Compañía de Asalto partió a la reconquista de Almansa y Albacete para la República. El 24 de julio, Pérez Frau fue sustituido en el mando por el también coronel Arturo Giralt Ortuño. El cuartel estaba sitiado por las milicias populares, apoyadas por compañeros de pueblos de la comarca y por los Guardias de Asalto que habían regresado de Albacete, así como por dos camiones blindados construidos en talleres locales. A primeros de agosto aún seguían acuarteladas las tropas, sin agua, sin luz y sin víveres, y continuaba la huelga general, que dificultaba la normalidad ciudadana y económica. Un último intento de Giralt para convencer a los oficiales favorables a la sublevación fracasó y desde Valencia se le ordenó que los arrestase: así se hizo y se trasladó en autobús a Alicante a veintiocho militares, siendo muertos dos oficiales que intentaron escapar. Poco después, a las once de la noche, entraron las milicias en el cuartel, sin encontrar resistencia y confraternizaron con los soldados.
En Alicante, tras la rendición de los militares sublevados en el Cuartel de Benalúa, comenzaron a dirigirse hacia el frente numerosos efectivos: soldados, guardias civiles, carabineros y milicianos. En la ciudad, los soldados que acababan de salir del cuartel pululaban desorientados por las calles, junto a milicianos "armados de fusil, machete y cartucheras, unos con mono, otros con guerreras, éste con gorra militar, el otro con gorro cuartelero y algunos con casco de campaña", conformando un conjunto abigarrado, pintoresco y alarmante, según Eliseo Gómez Serrano. Por ello, se decidió, ya en agosto, recoger a los soldados en el Castillo de Santa Bárbara y poco después se procedió a reconstituir el Regimiento de Tarifa en Lorca, conformado ahora por soldados y milicianos. El 26 y 27 de julio salieron para el frente de Madrid, custodiando un envío de víveres, un centenar de milicianos procedentes de partidos y sindicatos como JSU, PCE, CNT y FAI. Además, IR y UR organizaron unas milicias denominadas Balas Rojas y se conformaron unas Milicias Sanitarias, patrocinadas por la Cruz Roja y el Socorro Rojo Internacional.
En los primeros días de agosto todavía continuaban los problemas de las autoridades provinciales para controlar la situación. El día 4, en un mítin de unidad en la Plaza de Toros, el anarquista Serafín Aliaga incitó a apoderarse de las armas en el Cuartel de Benalúa y al anochecer del día 5, elementos de la FAI y de la CNT principalmente, asaltaron el cuartel, apoderándose de casi todas las armas, incluso ametralladoras y bombas de mano que allí existían, así como las que había en el campamento de Rabasa. En cambio, no tuvo éxito el intento de asalto, días después, al cuartel de la Guardia civil, porque Valdés Casas envió Guardias de Asalto y Milicias, que se adueñaron de todas las armas y pertrechos, guardándoles en lugar seguro.
Como relataba Gómez Serrano, los mandos de la Guardia Civil eran poco de fiar. Además, habían llegado el día 5 de Castellón 150 Guardias Civiles que con los que había en Alicante formaban una fuerza de más de 200, excesiva frente a los 70 u 80 guardias de Asalto, y sin ninguna guarnición del ejército. La situación podría ser peligrosa para Alicante en caso de una defección, por lo que el Gobernador decidió enviar a Madrid a los 150 Guardias Civiles de Castellón. Todavía hubo algún problema en el cuartel de la Guardia Civil de Torrevieja, un conato de rebelión reducido a costa de varios heridos y dos muertos.
En palabras de Gómez Serrano, en esos días, "el Gobierno ha quedado apenas sin fuerza coercitiva. Febrilmente la ha de improvisar, y estas fuerzas bisoñas, tan plenas de espíritu como faltas de técnica, han de suplir con su ardor las imperfecciones de su organización combativa. En la retaguardia acecha su momento la anarquía. Masas ignorantes, lanzadas por fanáticos doctrinarios o por aprovechadores de la revuelta, crean constantes conflictos obligando a las autoridades a dispensar una atención y unos esfuerzos que necesitarían concentrar en las exigencias del frente".
El siete de agosto, salía para Guadix y el frente de Granada una columna de 270 milicianos, casi todos de la FAI y la CNT, al mando del anarquista Francisco Maroto del Ojo, militante del Sindicato de la Madera de la CNT. En días sucesivos salieron bastantes más milicianos, que se unieron a esa columna o formaron parte de nuevas unidades, como las columnas "Stalin" y "Francisco Galán", organizadas por una delegación del Quinto Regimiento, o el Batallón Alicante, que partió hacia el frente de Madrid el 21 de septiembre. También marcharon al frente de inmediato otras milicias organizadas en Elche y Alcoy. Más de un millar de voluntarios ilicitanos nutrieron las filas de la Columna Alicante, las milicias conocidas como "Tigres rojos" y, sobre todo, el Batallón Elche, que combatió en la zona de Carabanchel. En Alcoy, el siete de agosto, salió una columna, compuesta por soldados del Regimiento de Vizcaya y milicianos, camino del frente de Córdoba, a las órdenes del coronel Giralt y del teniente Roberto García Doménech. Más tarde, en diciembre se organizaron en Alcoy dos centurias de la CNT que lucharían en el frente de Aragón, integrados en la 82 Brigada Mixta, y tomarían parte en la conquista de Teruel.
Pero, sin duda, el Batallón de milicianos más famoso fue el Alicante Rojo, compuesto principalmente por miembros de la Juventud Socialista Unificada de Alicante, La Vila Joiosa, Calpe, Novelda, Polop, Orba, Pego, Gata, Altea, Benidorm, Relleu, Sella, Aspe, Novelda, Elda, Monóvar, Benissa y otras muchas localidades. Salió el Batallón Alicante Rojo el 26 de septiembre hacia Madrid, organizándose en Alcalá de Henares. Llegaron al frente sin preparación militar y pronto entraron en combate en la Alcarria. Su actuación más destacada, integrado ya el Batallón en la 71 Brigada Mixta, se produjo en la batalla de Guadalajara, donde por primera vez las tropas republicanas obtuvieron una clara victoria en campo abierto, derrotando a las tropas fascistas italianas.
La sublevación militar de julio de 1936 provocó la guerra y -paradójicamente- la revolución que pretendían evitar sus inspiradores, al producir la quiebra del estado republicano. En Alicante, el fracaso del levantamiento en Valencia, la dubitativa postura del general Aldave, la oposición de los militares leales a la República, dirigidos por Eduardo Rubio Funes, la enérgica actuación del gobernador civil, Valdés Casas, y la organización de los partidos y sindicatos de izquierdas consiguieron controlar el golpe de Estado.